La crisis es mucho más que números con el signo negativo o tablas estadísticas con curvas de vértigo. Es real y obliga a hacer recortes en cosas que se dan por asumidas, como la conexión al cable. Para el que no puede costearse el acceso a Internet, las cafeterías con redes inalámbricas abiertas son una alternativa ideal para montar la oficina personal y navegar por la red.