La vena turística por Europa del septuagenario Allen nos ha mostrado, en su superficie, que el autor aboga por la sencillez, sin miedo a trabajar con tópicos y clichés del país en cuestión y sus gentes, para homenajear tanto al territorio geográfico como a su legado cultural. Woody Allen recibiendo la mitología europea con misma pasión y regocijo como nosotros recibíamos la cosmovisión neoyorkina.