Hace unos días nos escandalizamos viendo cómo un ex alcalde condenado por corrupción –y que aún debe varios millones- tomaba el sol en la cubierta de un yate. “Las vacaciones de lujo de un insolvente” titulaba la revista Interviu, ilustrándolo con una foto en pelota del pájaro. No sabemos si la revista ha inaugurado con este reportaje un nuevo género periodístico que podría triunfar este verano: cómo pasan las vacaciones quienes no deberían tener vacaciones.
Comentarios
Nuestro sistema penitenciario es de película: al vendedor de estupefacientes se le encierra entre estupefacientes sin más, y al corrupto ladrón político, se le deja de vacaciones veraniegas en la cubierta de un yate de lujo.
¿Si robo un banco me encerráis en una caja fuerte rodeado de pasta? Vamos, seguro que es aburrido, pero un castigo surrealista de los de vergüenza a carcajadas...