Publicado hace 12 años por cd_autoreverse a eldiariomontanes.es

Ignacio Cano Gutiérrez llegó ayer al Ayuntamiento de Torrelavega con la buena intención de saldar parte de su deuda, pero el trato que recibió no le gustó y acabó rociando las dependencias con un extintor, lo que obligó al desalojo del edificio. El miércoles le cortaron agua y ayer se personó con 100 euros para intentar que restableciesen el suministro en su vivienda, pero el recaudador le dijo que era insuficiente -la deuda es mucho mayor- y le derivó a Servicios Sociales, lo que le pareció «una tomadura de pelo».