En algún punto de dicha ciudad, al borde del Danubio, el visitante descubre sorprendido una larga hilera de zapatos, como si algunas personas los hubiesen dejado allí y se hubiesen lanzado al rio a darse un chapuzón. En realidad, se trata de una obra artística que pretende recordar la barbarie que tuvo lugar en la ciudad durante la segunda guerra mundial...
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¿Habrá límite al nivel de atrocidad al que es capaz de llegar el ser humano?