Nunca debemos subestimar a nada ni a nadie por su tamaño; la verdadera fortaleza y la verdadera resistencia son cuestiones interiores, no tienen nada que ver con los centímetros que se tengan o se dejen de tener. Y es que el tamaño no importa; hay casos, como el de este bonsái de 391 años que, por increíbles que parezcan, son reales y, que encierran una historia detrás de supervivencia y pacifismo con varios siglos sobre sus ramas.
Comentarios
¿A pesar de Hiroshima o gracias a Hiroshima?
#2 Árboles con 400 años los hay a patadas. Un bonsai no deja de ser un árbol.
"Nunca debemos subestimar a nada ni a nadie por su tamaño "
Errónea por definición. Los bonsáis no crecen.
Bueno, "creciendo", "creciendo"...
Bah, aquí tenemos a Jordi Hurtado.