Un repaso por las carreteras abiertas al tráfico que, por su trazado, orografía, ubicación, carencia de elementos de seguridad y características, son consideradas como las más peligrosas del planeta. Varias de ellas son habituales destinos turísticos para quien las recorre en busca de emociones fuertes o por sus hermosos paisajes, pero en su mayor parte, los habitantes locales las recorren por pura necesidad, muchas veces jugándose la vida.
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Las carreteras más frescas, están en madrín.