Hace 4 años | Por Quinqui a medium.com
Publicado hace 4 años por Quinqui a medium.com

Estos días he pensado mucho en esa frase de Amélie Nothomb mientras intento volver a mi vida normal. Las mascarillas, además de para protegernos y proteger, nos obligan a mirar directamente a los ojos de las personas con las que hablamos y nos cruzamos por la calle. Esto, claro, tiene su lado bueno, porque no hay nada más sincero que lo que una persona te dice con la mirada. Tiene su riesgo también, porque un cruce de miradas por la calle da para inventar toda una vida con la otra persona.

Comentarios

rogerius

Los ojos, si alrededor no hay pestañas, cejas, nariz, frente, carne que les de contexto solo son globos oculares —tan inexpresivos como los de un pez. Me choca esa fascinación por la mirada que muestran los autores, como si fuera algo venido de adentro cuando necesita además de todo un mundo externo para tener sentido.

D

#2 correrse en los ojos de alguien es una práctica secsual muy extendida y saludable

D

Me gusta el artículo. El autor expone de forma muy exacta lo salido que está por el confinamiento.

ataülf

Debo disentir. En la cita la autora defiende que la diferencia entre unos ojos con y sin mirada es la vida. Creo que quiere hacer referencia, aunque equívocamente, a la conciencia, ya que mirada tienen todos los seres vivos.