Publicado hace 9 años por meneantor a emilsinclairhesse.blogspot.com.es

Caminaba en silencio en una mañana como otra cualquiera, desanimado y confundido con su propia vida de tanto mirar hacia atrás. Seguía buscando su rumbo en silencio mientras se dejaba llevar por el sonido de un río crecido de aguas turbulentas, como las ramas arrastradas por la corriente, obligadas y a la deriva. Muchos de sus días se partían y seguían flotando por la inercia de una naturaleza que no comprendía