Hace 6 años | Por ccguy a hipertextual.com
Publicado hace 6 años por ccguy a hipertextual.com

Más de una vez Werner Herzog ha sorprendido a la crítica y al público, tanto por sus obras cinematográficas como por su singular forma de interpretar la realidad, la sociedad y el quehacer artístico. Un asombroso capítulo de este director alemán es de cuando cocinó y se comió (literalmente) su zapato. ¿Por qué? Porque prometió que lo haría si su amigo y protegido, Errol Morris, terminaba de una vez por todas su ópera prima, el documental Gates of Heaven.

Comentarios

tiopio

Eso ya lo había hecho antes Chaplin en la Quimera del oro.

frg

#1 Si, pero no eran zapatos reales, eran de regaliz.