En el año 1370, Tedia Lambhird solicitó el divorcio de John Saundirson, alegando que su marido era impotente. Pero tenía que demostrarlo. Afortunadamente para Tedia, tenía testigos oculares. [...] Así que para resumir: John Saundirson no sólo intentó (y falló) tener sexo mañanero en el establo con su esposa ante una audiencia de dos hombres, sino que también recibió una ineficaz estimulación manual del pene por parte de su propio hermano. Gracias al devastador testimonio de Thomas, Tedia ganó su caso.
Comentarios
Joder, seguro que era homo, como no se te va a levantar mientras dos te miran o tu hermano te hace una paja.
Xtrem3
#0 un ENG en el titular ? Plis
HOMO
#1 Solo quería echar una mano.
#1 no llego pero si alguien lo cambia queda mejor.
Los juicios de impotencia. Esto creo que era solo en Francia. En todo caso allí desaparecieron con la Revolución Francesa.
https://www.elmundo.es/f5/2016/03/07/56ddde7e268e3e70538b45fb.html
"el acusado debía presentarse ante un tribunal mixto formado por sacerdotes, médicos y parteras, que se encargaban de evaluar las propiedades y la potencia de su miembro. En primer lugar, se encargaban de realizar observaciones sobre "su tensión elástica" y "su movimiento natural". Una vez anotados los comentarios oportunos, se le requería al acusado una "prueba de eyaculación" para terminar de demostrar su inocencia"
"a pesar de que su atributo fue declarado como "grande, firme, rojo, largo ... en su sitio y en buen orden", perdió el litigio porque los restos de su semilla hallados en las sábanas fueron calificados de "acuosos" por el grupo de expertos"
"El carácter público de estos procesos hacía que fuesen seguidos en las gacetas de la época, tornando en una gran relevancia pública. De hecho, era habitual que las multitudes se concentrasen a la entrada del lugar donde se celebraban los procesos para abuchear y cantar canciones obscenas a los litigantes"
Notas mias.
Los jueces tambien debian examinar la vagina buscando evidencias de penetración. En habitaciones oscuras y posiblemente con problemas de visión por la edad del juez. Deberian acercarse mucho para mirar.
A parte de los jueces y matronas nunca faltaba, antecedente del locutor deportivo, un prójimo que entraba y salia para retransmitir las jugadas a la muchedumbre vecinal congregada en la calle para seguir el evento.
Los hombre declarados impotentes no podía volverse a casar pero se conocen casos de "impotentes" arrejuntados que tuvieron siete hijos tras el juicio.
No recuerdo donde leí que en la India, un nabab, marajá o un monarca de esos debía comparecer ante su pueblo una vez al año mostrando su erección desde el balcón de palacio. Si no conseguia empalmarse perdia el trono que pasaba a su sucesor. Era una costumbre de un reino determinado, no de toda la India.