Hace 7 años | Por ccguy a youtube.com
Publicado hace 7 años por ccguy a youtube.com

Este vídeo recopila algunas escenas de películas que no recurren a los efectos digitales sino a efectos especiales físicos incluso a pesar de que, muy probablemente, habría sido «más fácil» hacerlos por ordenador. Un ejemplo es la escena de la película El caballero oscuro en la que un camión de 18 ruedas de un vuelco longitudinal, aunque en este caso en concreto los residuos de vapor de la catapulta delatan el método usado para lanzar el camión. [visto en microsiervos]

Comentarios

D

Existen muchas razones por las que optar por resolver una escena con efectos prácticos en lugar de digitales, y no todas tienen que ver con el coste o la facilidad de realización.
La interacción de los intérpretes suele ser siempre mucho más creíble si el efecto es práctico, hay actores o actrices que no son capaces de actuar de forma creíble delante de un pollo vestido de azul o verde.
El software CG ha mejorado muchísimo, pero sigue siendo más creíble la realidad misma, la forma que tiene la luz de incidir sobre los materiales, el tempo de los movimientos, el peso aparente, .... habría que estudiar cada caso en particular para ver porqué se opto por eso en lugar de pasarlo a CG.

D

#1 Pues no me veas lo bien que actúa Albert Rivera delante de un pollo blanco.

Vale, lo he metido con calzador, lo siento.

D

Por cierto, casi nunca resulta más fácil hacerlos por ordenador, en especial los efectos que son "visibles" a la audiencia (las correcciones de color y similares no son apreciables en sí y también son efectos).

Uno de los planos que más me ha llamado la atención en FX se creó para Star Trek Némesis, el choque entre la Enterprise y la nave del clon malo de Piccard, hecho con "miniaturas" tochas de las naves.

Está totalmente explicado en esta revista, si alguien tiene medios de obtenerla.



Básicamente: se curraron un par de maquetas enormes de ambas naves (cientos de horas de trabajo) realizadas con materiales que se deformasen bajo impacto a esas escalas como lo haría un vehículo de acero y titanio a escala real, con todo el cableado interior de iluminación de ventanas y motores y demás zarandajas, pero sólo tenían presupuesto para hacer un modelo de cada.
Los montaron en unos carriles motorizados y situaron la cámara (de muy alta velocidad) en la zona de impacto.
Como se pretendía filmar en cámara lenta para apreciar al máximo el detalle del impacto hubo que realizar unos cálculos muy precisos para hacer coincidir el momento del choque con la velocidad máxima de la película y con el encendido de los focos. Sólo tenían una oportunidad.
Primero se puso en marcha el rollo de película para que acelerase hasta la velocidad adecuada de exposición, se pusieron en marcha los carros que arrastraban a las maquetas, y decimas de segundo antes del impacto se encendieron los miles de watios de luz que hacían falta para emulsionar la película a esas velocidades de exposición (y que podían literalmente fundir las maquetas por la temperatura alcanzada si estaban demasiado tiempo encendidas). Les salió a la primera.

El resultado:

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Pues anda que no se nota nada que son efectos prácticos...