Hace 2 años | Por Andaui a ctxt.es
Publicado hace 2 años por Andaui a ctxt.es

Más de tres décadas después, ese legendario e irreverente, fresco y tosco programa televisivo dirigido a jóvenes que no acaban de entender realmente lo que sucedía en él llamado La Bola de Cristal, mantiene intacta su feligresía de entonces, a la que se han ido añadiendo con los años otros jóvenes indóciles. La editorial Pepitas acaba de reeditar algunos de los guiones que escribió Santiago Alba Rico (Madrid, 1960) para este espacio que abría la mañana de los sábados, reunidos bajo el grito de guerra de su protagonista, la bruja Avería.

Comentarios

Caresth

Mi mayor placer es perfectamente compatible con la vida, de hecho, a la que te descuidas, la crea.

tintodeverano

#1 Así que después lo aprovechas, como Matt Damon en The Martian? Ecologista de los de verdad, muy bien.

TribunaVioleta

Sigamos identificando ocio con consumo como hace la persona que habla en este artículo y entonces seguiremos condenando el ocio, cuando lo que hay que condenar es el consumo. Sí, no sabemos darnos gustos, placeres, sin consumir, pero eso es cuestión de identificar lo uno con lo otro, pero no significa que sean lo mismo. Por tanto, no condenemos el ocio cuando en verdad lo que queremos condenar es el consumo.

(Por si no se entendió: yo estaría de acuerdo con la frase entrecomillada si en lugar de "ocio" dijera "consumo". Y como la persona que lo dice no es idiota, y ha elegido esa palabra en lugar de "consumo", no voy a seguirle el juego de que todo placer es incompatible con la sostenibilidad del planeta, de la vida, porque no es cierto. Sí lo es, incompatible, nuestra forma de consumir. Yo sólo disfruto de mi ocio cuando no consumo, porque si consumo en verdad lo que estoy haciendo es trabajar para otras personas y por tanto ya no es ocio. Consumir es una forma de trabajar para otras personas, sólo que disfrazada de "libertad", "capacidad de elección", etc. Somos o "estamos libres" cuantos más momentos podemos estar sin consumir).

RoyBatty66

El artículo no tiene desperdicio, me quedaría con esto

El Abominable estaba un poco injustamente inspirado en la figura de Fernando Savater, un hombre inteligente, buen escritor, que entonces estaba muy próximo al PSOE, el partido del GAL, la reconversión industrial y la OTAN. Sigue siendo un hombre inteligente y buen escritor, pero hoy es mucho más Abominable que entonces. Políticamente hablando, quiero decir.