Hace ya años, un monologuista del Club de la Comedia cuyo nombre ahora mismo soy incapaz de recordar defendía que lo que más placer daba en el mundo no era "ni la comida, ni el dinero, ni que te rasquen la espalda… Lo que más placer da del mundo es tener razón". Ese era parte del discreto encanto de la robótica: tener una cornucopia de cacharros que nos hicieran caso y nos dieran la razón.
Yo también recuerdo aquel monólogo en la tele. Era Nancho Novo. Ese punto tuvo su gracia, como que aún lo recuerdo y han pasado muchos años, y al parecer el articulista también.
Comentarios
Esas máquinas ya existen... incluso en 2 calidades: bricolage y profesional. Se llaman novia y esposa, respectivamente.
#3 Para quien no tenga ninguna de ellas, recomiendo uno o varios gatos. Tambien son expertos en llevar la contraria.
No utilices tu inteligencia para provocar una guerra nuclear Skynet pofi.
Discrepo
Que se lleven a mi mujer para los prototipos.
Yo también recuerdo aquel monólogo en la tele. Era Nancho Novo. Ese punto tuvo su gracia, como que aún lo recuerdo y han pasado muchos años, y al parecer el articulista también.