Hay ocasiones en las que obras literarias, de teatro o cine se sirven de giros de guión y reveses argumentales para sorprender a su público. Algo así sucedió el pasado viernes en la Serranía de Cuenca, cuando un cazador cambió su rol para terminar liberando a la que iba a ser su presa.
Comentarios
Para poderlo cazar después; sigue siendo un hijo de la gran puta. Sensacionalista.
"Y ahora, a por el!!"