Nos reciben con una sonrisa sea la hora que sea, nos explican siete veces dónde está la zona de desayunos, nos buscan taxis, nos reservan mesas, se esfuerzan por hacer que nuestra estancia sea memorable.
De estas se sacan a puñados de cualquier hotel.
Pues ahí voy yo con lo mío, pues siendo estudiante hice algunos turnos de fin de semana en un hotel de Pucela para sacar pasta.
- En el hotel vivía un señor (con pasta) que tenía más años que el cuplé, porque estaba mejor ahí que solo en su casa, comía en el restaurante a diario y solía quedarse dormido en el segundo plato...un día no se despertó más.
- El vigilante/recepcionista de noche era un tío majo, algo callado, y posiblemente emparentado con Fezzik de la Princesa Prometida; una noche entró un yonki a robarle con un machete ... el recepcionista se le quedó mirando sin decir nada, se levantó pausadamente y le metió un directo a la cara desde detrás del mostrador que el asaltante fue rebotando por todo el hall del hotel hasta caer tumbado al fondo, en la cafetería, no se movió hasta que llegó la policía.
- Un día llegó un tour de portugueses jubilados (debía ser como el Imserso de allí), yo andaba dentro en la oficina y de repente veo entrar a todos los recepcionistas corriendo como locos aguantándose la risa, así que salgo a ver que pasa, y allí me encuentro a una señora mayor con un bigote del mismo estilo que usaba Stalin, y no es una exageración, lo llevaba hasta peinado.
- Teníamos un botones con más años que el sol, y que tenía una mala leche curiosa. Un día le toca ayudar con las maletas a una familia numerosa mejicana que llevaban una furgoneta hasta las trancas de maletas. El tío se da un paliza importante, y al rato le vemos venir desde el garaje con cara de no os acerquéis...se arrima al mostrador, mete la mano en el bolsillo, y de un manotazo planta en el mostrador su propina ... 1 peseta.
- Todo el frontal de la recepción era de cristal y se mantenía limpio, un día entra uno con prisa y le da por girar donde estaba la cristalera, rompiéndola de modo que sobre su cabeza quedó una cuña de vidrio que podía haberle decapitado, en el momento en que el tío se recuperó del porrazo y se levantó, cayó la cuña rozándole la cara, se salvó de milagro.
- Para evitar que nadie se llevase las llaves de las habitaciones (por despiste), estas estaban sujetas a bolas metálicas que debían pesar fácil 300 o 400 gramos, no se las llevaba ni el tato.
- y de líos entre personal masculino y femenino había de todo, pero corramos un tupido velo.
#6 como hacia turno de sabado tarde (hasta las 12:00, y entraba de domingo mañana a las 07:00 había muchas veces que salía, me metía en una disco que había al lado y allí me quedaba hasta el siguiente turno ... Burradas que se hacen de joven
Ni he trabajado en ellos, pero sí que he estado en muchos... Creo que el premio se lo lleva el hostal de pesadilla en el que estuvo una amiga en Dublín.
Una tarde pasa por albergue para recoger unas cosas antes de irse a cenar por ahí y se encuentra con la policía. Le hacen preguntas y ella que no habla bien inglés se defiende. No solo le preguntan dónde estaba, sino que le llegan a preguntar si estaba embarazada...
Después se entera de que una mujer fue a los baños compartidos de su albergue, parió a un bebé que acaba muriendo allí, y se marcha a la fuga.
Lávate allí otra vez los dientes si tienes huevos.
Comentarios
De estas se sacan a puñados de cualquier hotel.
Pues ahí voy yo con lo mío, pues siendo estudiante hice algunos turnos de fin de semana en un hotel de Pucela para sacar pasta.
- En el hotel vivía un señor (con pasta) que tenía más años que el cuplé, porque estaba mejor ahí que solo en su casa, comía en el restaurante a diario y solía quedarse dormido en el segundo plato...un día no se despertó más.
- El vigilante/recepcionista de noche era un tío majo, algo callado, y posiblemente emparentado con Fezzik de la Princesa Prometida; una noche entró un yonki a robarle con un machete ... el recepcionista se le quedó mirando sin decir nada, se levantó pausadamente y le metió un directo a la cara desde detrás del mostrador que el asaltante fue rebotando por todo el hall del hotel hasta caer tumbado al fondo, en la cafetería, no se movió hasta que llegó la policía.
- Un día llegó un tour de portugueses jubilados (debía ser como el Imserso de allí), yo andaba dentro en la oficina y de repente veo entrar a todos los recepcionistas corriendo como locos aguantándose la risa, así que salgo a ver que pasa, y allí me encuentro a una señora mayor con un bigote del mismo estilo que usaba Stalin, y no es una exageración, lo llevaba hasta peinado.
- Teníamos un botones con más años que el sol, y que tenía una mala leche curiosa. Un día le toca ayudar con las maletas a una familia numerosa mejicana que llevaban una furgoneta hasta las trancas de maletas. El tío se da un paliza importante, y al rato le vemos venir desde el garaje con cara de no os acerquéis...se arrima al mostrador, mete la mano en el bolsillo, y de un manotazo planta en el mostrador su propina ... 1 peseta.
- Todo el frontal de la recepción era de cristal y se mantenía limpio, un día entra uno con prisa y le da por girar donde estaba la cristalera, rompiéndola de modo que sobre su cabeza quedó una cuña de vidrio que podía haberle decapitado, en el momento en que el tío se recuperó del porrazo y se levantó, cayó la cuña rozándole la cara, se salvó de milagro.
- Para evitar que nadie se llevase las llaves de las habitaciones (por despiste), estas estaban sujetas a bolas metálicas que debían pesar fácil 300 o 400 gramos, no se las llevaba ni el tato.
- y de líos entre personal masculino y femenino había de todo, pero corramos un tupido velo.
#1 esta mejor tu experiencia que la nota en si jajajaja muy bueno
#2 +1 Ya estás haciendo un artículo que tienes mi voto #1
#1 Es mejor tus historias que las del articulo que no se si son estúpidas por si mismas o por el narrador del articulo.
#1 Bonita etapa. Seguro que no te aburriste ;D
#6 como hacia turno de sabado tarde (hasta las 12:00, y entraba de domingo mañana a las 07:00 había muchas veces que salía, me metía en una disco que había al lado y allí me quedaba hasta el siguiente turno ... Burradas que se hacen de joven
Ni he trabajado en ellos, pero sí que he estado en muchos... Creo que el premio se lo lleva el hostal de pesadilla en el que estuvo una amiga en Dublín.
Una tarde pasa por albergue para recoger unas cosas antes de irse a cenar por ahí y se encuentra con la policía. Le hacen preguntas y ella que no habla bien inglés se defiende. No solo le preguntan dónde estaba, sino que le llegan a preguntar si estaba embarazada...
Después se entera de que una mujer fue a los baños compartidos de su albergue, parió a un bebé que acaba muriendo allí, y se marcha a la fuga.
Lávate allí otra vez los dientes si tienes huevos.