Tras las últimas multas y condenas de la Justicia española a diferentes humoristas, como la que obliga a la Revista Mongolia a indemnizar al extorero José Ortega Cano con 40.000 euros por un chiste sobre él, un humorista se ha visto obligado a pedir una hipoteca para poder seguir haciendo su trabajo. “El banco me ha concedido la hipoteca a 30 años, así que dispongo de tiempo para prepararme bien el chiste”, apunta esperanzado. “Es una inversión”, dice. La mayoría de humoristas sólo se puede permitir uno o dos chistes en su vida.
Comentarios
Valoro el tono humorístico, pero este asunto está dejando de tener gracia.. Se les está yendo de las manos, y la inseguridad jurídica que están generando, es impropia e inasumible en un Estado de Derecho avanzado. Aunque parezca una tarea difícil, por este ataque sistemático a un pilar básico de la democracia, como es la libertad de expresión, hay que poner fin a esta kafkiana 'dictablanda de palurdos' del medievo.
#2 es que el nivel del estado de derecho está al nivel de la "democracia": aparente y cosmetico
Es un chiste hipotético.
De verdad que se oyen cada cosa..