Era un famoso herpetólogo que trabajaba en el Museo Field de Historia Natural de Chicago y tras ser mordido por una serpiente venenosa escribió un diario con los síntomas que iba sintiendo en carne propia.
#2 Sí pero ver que estás sangrado, con fiebre y vómitos y no vayas ni al médico me parece de tener muchísima templanza, yo como soy hipocondríaca perdida no lo concibo.
Comentarios
#2 Sí pero ver que estás sangrado, con fiebre y vómitos y no vayas ni al médico me parece de tener muchísima templanza, yo como soy hipocondríaca perdida no lo concibo.
Qué templanza, flipo.
#1 Él se pensaba que su veneno mataria ratitas y pequeños mamíferos, pero no humamos de más de 50 kg.
En realidad se dejó morder.
Si realmente actuó así porque sabía que el antídoto estaba demasiado lejos es admirable con cuanta sangre fría aceptó el hecho de su propia muerte...
Esto salió ya, no?