Una noche en San Petersburgo en 2005, me topé con la entrada de un lúgubre edificio que podría haber sido un teatro o un centro cultural. Lo que más me llamó la atención del lugar fue una figura de cera de dos metros de altura de Freddie Mercury, puño en alto en señal de triunfo, en medio del gélido aire ruso. ¿Qué podía presagiar esto? ¿Un homenaje a Queen al lado de unas vías de tren? Una inspección más minuciosa reveló que el espectáculo tenía más que ver con la afición de Mercury por la cocaína que con su intachable sentido de la moda.
Comentarios
#0 descarta El museo de cera ruso que quiere hacer que odies las drogas
El museo de cera ruso que quiere hacer que odies l...
vice.com#3 no lo había visto. Gracias.
Desde luego, mucho más ameno que los anuncios del Plan Nacional sobre Drogas
@admin la puedes descartar? No puedo y es duplicada
En mi caso, hace que odie (todavía más) la política de drogas rusa, que ha causado incontables muertos (sin que los medios de comunicación se hayan enterado) y al cabronazo de Yuri Fedotov que, incomprensiblemente, dirige una de las principales agencias antidroga de la ONU.