Hace 2 años | Por tiopio a hollywoodreporter.com
Publicado hace 2 años por tiopio a hollywoodreporter.com

Un mes antes de comenzar el rodaje de Being the Ricardos, una película sobre el turbulento matrimonio de Lucille Ball y Desi Arnaz, Nicole Kidman y Javier Bardem intentaban desesperadamente librarse del trabajo. Habiendo crecido fuera de Estados Unidos -ella en Australia y él en España-, ninguno de los dos actores conocía la fervorosa base de fans de I Love Lucy cuando firmaron para sus papeles en la película de Aaron Sorkin. Una vez que se conoció la noticia, algunos de esos fans se mofaron de la elección en las redes sociales, diciendo que…

Comentarios

tiopio

Cuando se le pregunta sobre la crítica de que el papel debería haber recaído en un actor latinoamericano, Bardem claramente se ha preparado para la pregunta, y la considera como una que a menudo se plantea injustamente a los actores que hablan inglés como segunda lengua. "Soy un actor, y eso es lo que hago para ganarme la vida: intentar ser gente que no soy", dice Bardem. "¿Qué hacemos con Marlon Brando haciendo de Vito Corleone? ¿Qué hacemos con Margaret Thatcher interpretada por Meryl Streep? ¿Daniel Day-Lewis interpretando a Lincoln? ¿Por qué esto plantea con gente con acento? Tú tienes tu acento. Ese es tu lugar. Eso es difícil. ¿Por qué no se plantea esto con la gente de habla inglesa que hace cosas como El último duelo, donde se supone que son franceses en la Edad Media? Eso está bien. ¿Pero yo, con mi acento español, siendo cubano? Lo que quiero decir es que si queremos abrir la caja de Pandora, abrámosla para todos. El papel me llegó, y una cosa que tengo clara es que voy a dar todo lo que tengo". Más adelante en la conversación, Bardem vuelve a sacar el tema. "Iba a añadir algo sobre la famosa pregunta. ¿Deberíamos empezar a no permitir que nadie interprete a Hamlet si no ha nacido en Dinamarca?". Un día después de la entrevista, Bardem sigue pensando en ello, y envía por correo electrónico algo más que quería decir sobre el tema, en el que parece haber reflexionado más sobre el tema no sólo de su propia exclusión, sino también de la de los demás. "Reconozco que hay muchas voces e historias subrepresentadas que necesitan ser contadas, y deberíamos mejorar colectivamente para proporcionar acceso y oportunidades a más historias y narradores latinos estadounidenses", dice en el correo electrónico.