Os queremos presentar dos historias distintas. Por un lado, la de cuatro amigos neozelandeses a los que les gusta pasárselo bien y, por otro lado, la de una chica parisina convertida en influencer. Aunque en principio no tendrían nada que ver, estas historias están muy conectadas.
Comentarios
vamos, una frase de toda la vida "las apariencias engañan", el postureo es todo plastiquete y además puede matarte
Hombre, en el segundo caso han usado a una chica más o menos guapa, si hubiesen puesto mi careto, si conseguía 1.000 seguidores/as ya era mucho.
Salu2