Hace 9 años | Por eristyx a blogs.20minutos.es
Publicado hace 9 años por eristyx a blogs.20minutos.es

Un muchacho neozelandés quiso demostrar su pericia y maestría practicando parkour. Pero su gran salto casi termina en tragedia. Pensó que podía volar, confió demasiado en sus posibilidades, calculó mal su brinco y se dejó todo su orgullo en el vuelvo y un par de dientes de regalo. Demasiado barato le salió su planeo, porque viendo el talegazo que se pega, dos incisivos me parecen una tarifa razonable.