Hace 16 años, se estrenaba The Room, un fenómeno cinematográfico que se presenta como pocos, y no precisamente por su maestría. Esta película ha pasado a la historia por considerarse en el imaginario popular como una de las peores jamás rodadas. Y sin embargo en ello reside la magia que la ha transformado en una película prácticamente de culto: es mala de una manera única; es tan mala que se hace irresistible. Cualquiera que quiera conocer un poco más de la película, puede ver el documental de Rick Harper, Room Full of Spoons.
Comentarios
La vi un día por casualidad y sólo puedo decir... joder qué mala que es.
Pero lo curioso es que es tan, pero tan mala que algo impide que la pares. Es mala in crescendo.
Yo la vi, y me pareció muy mala, pero es la única película mala que he visto hasta el final.