Hace 3 años | Por Quinqui a medium.com
Publicado hace 3 años por Quinqui a medium.com

A veces la historias tienen final feliz. Otras en cambio no. Otras terminan bien de casualidad y con un pírrico empate, por un mordisco de un perro. Echando la vista atrás uno se da cuenta de que las victorias y los fracasos se relativizan. Y, además, que muchos fracasos encierran historias más bonitas, entretenidas y con personas más agradecidas que ciertos triunfos.