El bombero de la suerte, como se le conoce en Mérida, compra un montón de unidades de un producto determinado y luego emplea un taco de horas en enviar sus datos a la empresa titular de la promoción, casi siempre por internet. Para lo primero hace falta capital; para lo segundo, muchos ratos libres. Su profesión le ayuda con un calendario benigno: una jornada de trabajo de 24 horas, seguida de cuatro días festivos
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¿AEDE?
#1 Yup !