Esta lamentable situación también se explica en parte por una ciudadanía que ha sido poco exigente con las maniobras de control del sistema judicial. La tónica general ha sido que las injerencias son positivas si las perpetra el partido al que se respalda (siempre habrá alguna justificación comprensiva), pero negativas si las lleva a cabo la formación contraria. Las mejoras estructurales que nos acerquen a las prácticas europeas no vendrán voluntariamente de los partidos. Solo se producirán a través de la presión ciudadana. Algo difícil.
Comentarios
Bosch es un tipo que no esconde su partidismo.
Resulta muy notable que diga que la reforma de Gallardón y el CGPJ que surgió de ella es lo peor que ha habido en democracia y de la que propone el PSOE diga que es peor
Si es que ni los más progres defienden esta cacicada.
Un porcentaje de los nombramientos del cgpj a sorteo entre jueces con al menos 10 de experiencia. Ya no hay intromisión.
Los jueces no pueden elegir a los jueces. Sería como que los militares nombraran cargos militares o que a los políticos sólo pudieran elegirlos los políticos.
#1 supongo que es sarcástico, por qué todos los casos son que expones son tal cual.
En España no hay democracia.