Hace 3 años | Por eneame a lavanguardia.com
Publicado hace 3 años por eneame a lavanguardia.com

Desde el principio, Downing Street calculó que la canciller Merkel sería más fácil de persuadir en defensa de sus intereses que Macron porque, cosas de la historia, su aproximación a la política es más pragmática que ideológica, y Alemania tiene en pura lógica un mayor interés en preservar un comercio bilateral sin tarifas que le permita seguir vendiendo coches Mercedes y frigoríficos Bosch a los británicos. Por el contrario, con París existe una relación de amor y odio, de admiración y envidia, una desconfianza cultivada durante siglos.