Hace 1 año | Por Andaui a elciervo.es
Publicado hace 1 año por Andaui a elciervo.es

En tan solo dos décadas se puede decir, y nosotros lo hacemos con preocupación, que el XXI está siendo de momento el siglo de los radicalismos. ¿Cómo se explica esta irrupción, a derecha e izquierda, norte y sur de nuestro mundo, de miedos, complejos, luchas por la hegemonía, repliegues nacionales, autocracia, populismos, totalitarismo, confrontación, agresividad y odios? El radicalismo no está solo en los demás ni es una perversión lejana. Puede que todos llevemos dentro algún germen de intolerancia.

Comentarios

D

Está siendo el siglo de los radicalismos como lo fue el XX, con el fascismo, el comunismo y el neoliberalismo; como lo fue el XIX, con el liberalismo frente al absolutismo como lo fue el XVI con las guerras de religión... Y, en fin, podemos seguir.

No he leído el artículo, solo con la entradilla me basta para ver que no saben de qué carajo hablan, porque creer que el XXI es más radical que cualquier otro de los muchos periodos de radicalismo que han existido, es para flipar.

e

#1 ciertamente el "divide et impera" es milenario. El poder siempre ha tratado de dividir al pueblo, radicalizándolo.

El matiz que, desde mi punto de vista, diferencia el momento actual con otras épocas, es lo abrupto del mismo y el nivel de ruptura con todo lo anterior, su nivel de radicalidad, pues.

Cuando hablamos de fenómenos como las religiones, son movimientos que han tomado cientos, incluso miles de años para llegar a lo que han sido. Transformando poco a poco la sociedad.

En la actualidad estamos sufriendo la radicalidad de movimientos que han surgido en poco más de una década y que quieren romper con todo lo anterior, utilizando si es preciso la cancelación de todo aquello que les resulta contrario.

Por otro lado, estos nuevos borregos, siguen ciegamente su ideología, no por temor, por ejemplo a un castigo divino tras la muerte, sino por convencimiento propio, cosa que para mí es un plus de imbecilidad.

Atribuyen a sus líderes la condición de infalibles, llegando al trastorno cognitivo con tal de no reconocer las evidencias en su contra, incluso cuando son ellos los perjudicados.

f

#2 estoy de acuerdo contigo salvo en un punto: el pueblo nunca ha estado unido. Y no es malo, ser diferente, siempre y cuando se mantenga el equilibrio y haya unas reglas de juego mas o menos justas.
Solo nos unimos ante ina agresion exterior o una tremenda injusticia interior y a veces ni eso, como ya sabemos.
Lo que no puedo entender es como no estemos unidos en la absoluta desconfianza hacia nuestras elites, al margen de la ideología de unos y otros. Tanto a un creyente en una religión o ideologia le tendria q repugnar que sus lideres les mintieran, jodieran etc. Pero no, los defienden a muerte como los lacayos quw son

D

#2 Lo único que ha cambiado es la velocidad de difusión de las ideas. Pero el fanatismo es el mismo. Estoy de acuerdo a grandes rasgos con lo que señalas.