La actualidad del debate sobre prostitución orbita en torno a dos posturas mayoritarias que, si bien aceptan matices y no son narrativas estancas, configuran los respectivos discursos de los movimientos autodenominados abolicionista y proderechos. Estos enfoques son la base de dos propuestas políticas cuya máxima es el establecimiento de un marco legal sobre comercio sexual a nivel nacional: los modelos de ley sueco –o nórdico– y neozelandés –de despenalización–. Ambas propuestas se confunden a menudo con otras legislaciones.
Comentarios
Queremos más. Un artículo proesclavitud y otro proderecho de pernada, por favor
El artículo es muy largo, especialmente para no decir nada. Es un rollazo.
A lo largo del artículo destaca una auténtica obsesión. El que las prostitutas dejen de ser prostitutas. Así es como lo dice, aunque tiene muy poco sentido.
Primero porque las prostitutas ya se encargan ellas mismas de dejar de serlo. Lo hacen constantemente. El nivel de rotación es muy grande y la carrera en la prostitución dura unos pocos años.
Segundo porque esta manía universal nunca viene acompañada de las razones que hacen que la prostitución sea mala. Simplemente dan por supuesto que es mala, pero nunca dicen las razones de ello. No las he visto nunca jamás. Tengo la ligera sospecha de que no las saben.
La conversación podría ser como así:
- ¿El sexo es malo?
+ no
- ¿trabajar por dinero es malo?
+ no
- ¿trabajar por dinero mediante sexo es malo?
+ malísimo
- ¿por qué?
+ Dame unos minutos para ver qué excusa se me ocurre
Son totalmente incapaces de razonarlo pero lo saben con seguridad. Esto es porque es un comportamiento innato que no proviene de ningún razonamiento. Es el objetivo, no es una conclusión.
Es, de hecho, el único objetivo claramente reconocible del feminismo, el controlar a los hombres regulando su acceso al sexo. Es un comportamiento social humano que viene de miles de años atrás. El feminismo no es ninguna novedad y nada de lo que dicen haber conseguido es nuevo. Ya era así siglos atrás, solo ha cambiado la tecnología.
Entendiendo lo que es el feminismo, es evidente reconocer el porqué no les gusta la prostitución.
Viendo cual es el objetivo y las evidentes dificultades que afronta (nadie nunca ha conseguido acabar con la prostitución), es natural que todo sean problemas y que todas y cada una de las propuestas que el artículo describe sean peor remedio que la enfermedad. Todas ellas consisten en crear problemas donde no los había.
A no ser, claro está, que sean capaces de justificar que la prostitución es un problema, justo lo que no pueden hacer.
Dicho queda. Aún así soprende que, en la desesperada búsqueda de excusas, el artículo sea capaz de llamar "empleo precario" a la prostitución.
Holanda, un país progresista que legalizó la marihuana, el matrimonio homosexual, la eutanasia, y también la legalización de la prostitución.
Eso sí es ser progresista, no como nuestras neomonjas