En plena crisis económica en Islandia, un conocido cómico fundó el Partido Mejor. Con propuestas absolutamente rocambolescas trató de hacer sátira sobre el sistema del país. Para sorpresa de todos, incluido él, su candidatura a las elecciones locales de Reykjavík se convirtió en enormemente popular, convirtiéndose en alcalde de 2010 a 2014. Y a juzgar por los sondeos, la ciudadanía valoró bien su gobierno. Aunque decidió no volver a presentarse en 2014, las encuestas mostraban que hubiera sido reelegido. Su nombre: Jón Gnarr.
Comentarios
De tener un payaso de alcalde, mejor que sea profesional
Aquí ya tenemos nuestros propios payasos...
#4 Demasiados, las excepciones son eso, excepcionales. Una caterva de paletos e incultos.
#4 sin traje, pero sí, y no solo en.los ayuntamientos
Aquí en España también tenemos alcaldes suficientes para montar un circo... y no cualquier circo...
El alcalde anarquista, regidor de la ciudad y de sus "libertades individuales".