El nombre de Gulnara Karimova, la desgraciada hija encarcelada del difunto ex presidente Islam Karimov, rara vez es de dominio público en Uzbekistán. Por ello, ha sido sorprendente escuchar su nombre en boca nada menos que de la defensora de los derechos humanos nombrada por el gobierno, aunque el objetivo de sus declaraciones fuera rebatir las acusaciones de que Karimova ha sufrido malos tratos en prisión. Karimova está cumpliendo una condena de 13 años y cuatro meses por cargos de corrupción.
|
etiquetas: karimova , uzbequistan , derechos humanos