En 1981, François Mitterrand era una socialista devoto. Estaba decidido a transformar la economía francesa de la propiedad privada a la propiedad pública junto a sus ministros comunistas y bajo un fuerte programa de nacionalizaciones en las industrias clave, frente al conglomerado de multinacionales que dominarían Francia si el gobierno no hacía algo urgente. Había un propósito noble: impulsar las reformas sociales, económicas y fiscales para “una recuperación justa” sin que nadie quedara atrás.
Comentarios
Salir a la calle a protestar cuando la situación lo merezca.
#3 guillotinas
#5 Por lo que parece no son de tratamiento único, hay que repetirlo de vez en cuando.
#3 Ánimo, que queda menos para que gane la derecha y podamos salir a protestar.
#8 Son calzadores sanos.
Unas elecciones a dos vueltas..
Francés
Hacer croasanes dignos
Más nucleares para que el precio no suba...o no baje, ya no me acuerdo.