Nuestras sociedades actuales, en mayor o menor medida, son como la caverna de la que hablaba Platón: prisiones de la apariencia, de reflejos y sombras, de lo puramente sensible. Micromundos creados en base a informaciones y percepciones manipuladas que no son más que pequeños fragmentos deformados de la realidad. Y quien porta los objetos proyectados en la pared de la cueva es también quién crea la realidad que viven sus esclavos.
Marx describió desde la praxis la situación con el concepto de lumpen proletario. Lo utilizó Pablo Iglesias y todo el lumpen proletario se le echó envima, dándole la razón a Marx y al coletas.
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Marx describió desde la praxis la situación con el concepto de lumpen proletario. Lo utilizó Pablo Iglesias y todo el lumpen proletario se le echó envima, dándole la razón a Marx y al coletas.