Es curioso cómo, si se incluyen dos papeletas del mismo partido, el voto se considera válido (aunque, lógicamente, computa como uno), mientras que si hay dos o más de diferentes partidos, se anula. Si se fallece antes de la votación, el voto no se anula, simplemente no se computa «porque los muertos no votan», expone Ignacio Espinosa.
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