Antonio Costa, Pedro Sánchez y Olaf Scholz, en un artículo de opinión en "Le Monde", se pronunciaron contra "un candidato de extrema derecha que se pone abiertamente del lado de los que atacan nuestra libertad y nuestra democracia". Traduccion automatica en #1
Tribuna. Europa se enfrenta a un cambio de época. En un intento de reescribir la historia, Vladimir Putin ha lanzado un brutal ataque contra Ucrania y su pueblo. Las imágenes de Mariupol, Butcha o Kramatorsk nos recuerdan los tiempos más oscuros de Europa. Pero la agresión de Vladimir Putin va más allá. Ha roto la regla más fundamental de nuestro orden de paz europeo: no redibujar las fronteras por la fuerza, como hemos hecho tantas veces en nuestro sangriento pasado. Su guerra se dirige a los valores que Francia y nuestros países defienden: la democracia, la soberanía, la libertad y el Estado de Derecho.
Sin embargo, los populistas y la extrema derecha de todos nuestros países han hecho de Vladimir Putin un modelo ideológico y político, haciéndose eco de sus reivindicaciones nacionalistas. Han copiado sus ataques a las minorías y a la diversidad. Comparten su sueño de una nación uniforme. No debemos olvidarlo, aunque estos políticos intenten ahora distanciarse del agresor ruso.
A la luz de estos elementos, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas no es, para nosotros, una elección como las demás. La elección a la que se enfrenta el pueblo francés es crucial para Francia y para todos nosotros en Europa. Es la elección entre un candidato democrático, que cree que Francia es más fuerte en una Unión Europea (UE) poderosa y autónoma, y un candidato de extrema derecha, que se pone abiertamente del lado de quienes atacan nuestra libertad y nuestra democracia, valores fundamentales que provienen directamente de la Ilustración francesa.
El liderazgo europeo de Francia
Francia está en el centro del proyecto europeo. Fue el motor de la reconciliación europea tras dos desastrosas guerras mundiales en el siglo XX. Y en las crisis de los últimos años, ha demostrado su liderazgo trabajando por una mayor solidaridad. Así se ha demostrado que una Europa fuerte y unida no limita la soberanía nacional, sino que es la única forma de garantizar que nuestros países puedan prosperar y competir con potencias autoritarias como Rusia.
No va a pasar, pero si le Pen ganara las elecciones y cumpliera su programa en cuanto a Europa sería el fin del proyecto Europeo. Sin Francia la UE no tiene sentido.
Comentarios
Tribuna. Europa se enfrenta a un cambio de época. En un intento de reescribir la historia, Vladimir Putin ha lanzado un brutal ataque contra Ucrania y su pueblo. Las imágenes de Mariupol, Butcha o Kramatorsk nos recuerdan los tiempos más oscuros de Europa. Pero la agresión de Vladimir Putin va más allá. Ha roto la regla más fundamental de nuestro orden de paz europeo: no redibujar las fronteras por la fuerza, como hemos hecho tantas veces en nuestro sangriento pasado. Su guerra se dirige a los valores que Francia y nuestros países defienden: la democracia, la soberanía, la libertad y el Estado de Derecho.
Sin embargo, los populistas y la extrema derecha de todos nuestros países han hecho de Vladimir Putin un modelo ideológico y político, haciéndose eco de sus reivindicaciones nacionalistas. Han copiado sus ataques a las minorías y a la diversidad. Comparten su sueño de una nación uniforme. No debemos olvidarlo, aunque estos políticos intenten ahora distanciarse del agresor ruso.
A la luz de estos elementos, la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas no es, para nosotros, una elección como las demás. La elección a la que se enfrenta el pueblo francés es crucial para Francia y para todos nosotros en Europa. Es la elección entre un candidato democrático, que cree que Francia es más fuerte en una Unión Europea (UE) poderosa y autónoma, y un candidato de extrema derecha, que se pone abiertamente del lado de quienes atacan nuestra libertad y nuestra democracia, valores fundamentales que provienen directamente de la Ilustración francesa.
El liderazgo europeo de Francia
Francia está en el centro del proyecto europeo. Fue el motor de la reconciliación europea tras dos desastrosas guerras mundiales en el siglo XX. Y en las crisis de los últimos años, ha demostrado su liderazgo trabajando por una mayor solidaridad. Así se ha demostrado que una Europa fuerte y unida no limita la soberanía nacional, sino que es la única forma de garantizar que nuestros países puedan prosperar y competir con potencias autoritarias como Rusia.
#6 susto o muerte
Que desesperados andan algunos porque se les pueda terminar el chiringuito..
#5 Y que contentos se ponen algunos otros cuando ven al fascismo alzarse.
Felatio felatio genuflexión genuflexión felatio felatio
No va a pasar, pero si le Pen ganara las elecciones y cumpliera su programa en cuanto a Europa sería el fin del proyecto Europeo. Sin Francia la UE no tiene sentido.
#2 Pero sería muy bueno para Putin.
#3 Y para los del otro lado del charco.