En los años ochenta y noventa, varios países de Oriente Próximo y el norte de África iniciaron un largo proceso de reforma neoliberal para abrir sus economías al mercado global. Las instituciones financieras internacionales, principales impulsoras de la reforma, creyeron que esta ayudaría a democratizar la región. Décadas más tarde algunos indicadores macroeconómicos han mejorado, pero el paro y la desigualdad siguen siendo altos y la apertura política no ha llegado.
Comentarios
El liberalismo o neoliberalismo siempre queda muy bien en papel, y es un modelo que se basó pensando únicamente en macroeconomía.
El Banco Mundial y el FMI reconocen ahora que los resultados de la reforma en Oriente Próximo y el norte de África no fueron los esperados. Las inversiones extranjeras no alcanzaron los niveles estimados y, como el sector público ya no podía emplear a tantas personas, aumentó el empleo precario e informal. Al mismo tiempo, se fortaleció un capitalismo clientelista que acumuló la riqueza generada en manos de las élites y empobreció a las clases medias y trabajadoras.
Vaya, que podía salir mal....
Tras la crisis económica de 2008, las instituciones financieras introdujeron el llamado Post-Consenso de Washington, una versión actualizada de la agenda anterior. El consenso antiguo veía al Estado como el problema y empujaba a reducir su papel al mínimo, mientras que el nuevo reconoce la necesidad de un Estado fuerte que regule el mercado y proporcione los recursos necesarios para que funcione bien. Por ello, este consenso aboga también por cambios políticos, como reforzar la gobernanza democrática, la rendición de cuentas y el estado de derecho, entre otros.
Osea que ahora si que hace falta un Estado fuerte... vamos, lo que ya se sabia desde Tage Erlander y Olof Palme: lo que realmente funciona para una sociedad es una socialdemocracia con fuerte estado del bienestar y servicios públicos sin intervención privada ni política que los corrompa...
Un compañero de mision dijo en eve online una verdad mas dura que un puño.
El neoliberalismo solo funciona en lo virtual.