A Gonzalo Díaz le llamaban "el Chino" por su mirada rasgada y su capacidad de observación. "Veía hasta por detrás", decían. Esta es la historia de un chaval crecido en una aldea de El Bierzo que, de pronto, atenazó con sus manos a una democracia todavía más joven que él. El relato de un chico que soñaba con dar un golpe y que, ¡zas!, se lo encontró por casualidad. También se trata de una oportunidad para zambullirse en la oscuridad. De sobra es conocido el recuerdo del diputado, pero ¿qué pasa por la cabeza del asaltante?
Comentarios
Y este es uno de los que salio absuelto...ni un día de carcel.
"Yo no recibí ninguna orden mas que subirme al autobus, hice lo que me dió la gana"..
Y sigue pensando igual.. "Hoy es el día para entrar ahí a saco".. golpista fue y sigue siéndolo en su sentimiento.
De que este tipo esté en la calle no se oye protestar a los que piden que "los golpistas, a la carcel" hoy en día.
Verguenza.
40 años después todos son inocentes, no pudieron evitarlo y fueron obligados.
Aniversario patrocinado por Dixan.
#1 Pues el del artículo dice abiertamente que no se arrepiente y que volvería a hacerlo.
#1 ¡Ariel lava más blanco!
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El video que enlaza la noticia si que no tiene desperdicio:
No quiere reconocer que tenía mala puntería.
Que un gobierno de izquierdas permita homenajes a esto me parece una aberración
#2 que un gobierno demócrata.. ni de izquierdas ni de derechas.
De verdad, no hace falta que le deis publicidad a esta basura de gente.
Como decia Ernesto Sevilla en todas las cuadrillas hay uno que le llaman el chino.
Un “chaval”, un “chico que soñaba con dar un golpe”, “un muchacho de 27 años”.