Hace 2 años | Por tiopio a blogs.publico.es
Publicado hace 2 años por tiopio a blogs.publico.es

Vamos a partir de una constatación: el discurso público se está derechizando, pero lo hace de formas graduales y sibilinas que nos impedirán ser conscientes hasta que ya sea demasiado tarde. Estamos frente a una ola reaccionaria. Tampoco somos los primeros. En Francia, por ejemplo, el Partido Socialista Francés ha empezado a hablar —y no cualquiera: lo dice su secretario general— de que ellos son la izquierda auténtica, la que proclama un universalismo republicano frente a las derivas de lo woke en las cuales estaría perdida la izquierda…

Comentarios

D

#6 oh, no les echo las culpas de nada. Son libres de pensar como quieran, y es su derecho intentar que su visión se imponga. Las empresas que ganan dinero y adquieren poder tampoco me preocupan, el capitalismo es así, y va a seguir siendo así gobierne quien gobierne. Lo que me preocupa es estar en tierra de nadie en un mar de crispación bipolar. Ver que la izquierda ha abandonado toda expectativa más allá de defender el circo este de la deconstrucción y fragmentación social, y ver qué la derecha, más enconada que nunca en sus fobias y paranoias, lleva las de ganar en los próximos años.

El artículo este me parece una arenga para un rebaño del que no formo parte, no algo que pueda cimentar una base de entendimiento. Solo eso.

D

No hay nada izquierdoso en los movimientos woke, solo son neoliberalismo aplicado a lo social, magufería historica, justicierismo y mojigateria. Tardarán un tiempo, pero incluso sus inverbes seguidores se terminarán dando cuenta.

perico_de_los_palotes

#1, #2 y #3 ¿Qué tal si en vez de lugares comunes comentamos lo que señala el articulo? Abajo desgloso su párrafo final para su mejor análsis.

Algunos consejos para resistir o incluso para ganar.

- Recelar de cualquiera que hable de la degeneración de nuestras sociedades y mira con mala baba a cualquier movimiento contemporáneo mientras elogia las supuestas maravillas de todo intento de emancipación ubicado en el pasado, como si en las páginas de la historia no hubiera comunidades agrupadas por la identidad o reivindicaciones de la diferencia, como si la diferencia entre el presente y el pasado fuera síntoma del decadentismo.

- Cuestionar cualquier noticia que se repita como un mantra sin su fuente, ser escépticas ante las explicaciones de la realidad que no se referirían a ella, sino a sus hechos inventados. Señalar las cosas cuando son mentira. Una y otra vez. Intentar, sobre todo, comprender los dolores profundos que pueden llevar a alguien a caer en esas trampas, sus miedos y temores: saber que no sólo hay maldad, aunque a veces pueda haberla, sino también personas heridas a las que hay que ofrecer respuestas alternativas. Con ellas podremos discutir, aunque no lo hagamos con los energúmenos.

- Responder que no hay contradicción entre esas supuestas «políticas identitarias» y la preocupación por la justicia social, la redistribución, la clase obrera; que las estadísticas dicen que, a más preocupación por el reconocimiento, también más inquietud por la igualdad económica.

- Señalar sus trampas y sus relatos simplistas, maliciosos, demasiado uniformes. No desistir. No dejar que venzan. No quemarse. No hablar como ellos hablan. Pensar que no siempre podrá ganar la mentira. Hacer frente entonces a la ola reaccionaria con otra actitud: la de quien sabe que no se dejará arrastrar por ella y obra en consecuencia.

D

#4 cuando partes de tantos supuestos subjetivos (para mí, la mayoría erróneos) es difícil que las conclusiones sean útiles, salvo para los que ya crean ciegamente en esos supuestos. No hay nada que hacer, la reacción siempre aparece inmediatamente después que la acción, y a veces es más fuerte incluso que lo que la ha provocado. Es un pulso que la sociedad se hace a si misma, pues todos (incluso los más fachas de los fachas) son parte de ella.

Solo espero que esta deriva trans-identitaria pijo-multicultural no haga que retrocedamos por reacción a algo aún peor que lo que ya teníamos. Pero enroscarse cada uno en su extremo no hará mucho por evitarlo, eso es cierto.

perico_de_los_palotes

#5 Toda idea politica es por definición subjetiva. Por lo demás, mezclas dos conceptos de reacción distintos: acción que se opone a otra y pensamiento contrario a la innovación. Tal vez muchos de los movimientos identitarios sean la reacción a siglos de una falsa ortodoxia my conveniente para los grande poderes, sus valedores y nadie más. En cuanto a las consecuencias de tales movimientos, llamame loco pero diría que las empresas petroleras, eléctricas y tecnológicas (entre otras) tienen muchísimo mas poder e influencia. Y lograr que eches la culpa de todos tus males a tus semejantes en vez de a tus amos es su mejor estrategia.

tiopio

Izquierda roja contra izquierda fucsia.

El_Cucaracho

Prefiero ser roji-pardo que un woke fucsia