Más allá de los casos puntuales (salvables y excusables en virtud de la autonomía individual), sigo sin entender por qué nunca se elige a un ministro cuya confianza en la educación pública quede probada en su biografía. En unos meses en los que toda la clase política nos regala sus eslóganes en defensa de la sanidad pública exhibiendo la marca de la vacuna en el brazo, sería reconfortante comprobar que los hijos de las ministras son capaces de compartir pupitre con quienes, por necesidad o convicción, optaron por un colegio público.
Comentarios
Ser de izquierdas no es incompatible con tener una casa grande y cara, ir a la Rubber o llevar a tu hijo a un colegio concertado. Ya está bien de meterse con la gente de izquieras por no querer llevar una vida de mierda como la de sus votantes, e incluso mezclarse con ellos fuera de procesos electorales.
#2. Di que sí, la buena vida tiene dueño y es potestad de sus propietarios. Estos advenedizos que aprovechan la educación elitista pagada por sus padres para intentar cambiar las condiciones económicas de sus inferiores son despreciables y deberían correr la suerte de esos a quienes defienden.
Que se vayan a vivir con los sucios pobres si los quieren tanto, y dejen de molestar a los honrados ricos.
Ingratos, les das una migaja y quieren dos.
#3 que sí, que haz lo que yo diga, no lo que yo haga, o bien, lo que es bueno para tí no lo es para mí.
#5 es irrelevante. Por lo que se deben preocupar es por dotar de manera suficiente a la educación pública. Lo demás son tonterías.
Porque no les da la real gana.
Porque con tu dinero justamente ganado haces lo que quieras, y si te lo quieres gastar en la educación de tus hijos, pues adelante.
Igual que si usas mutua.
#4 Puede hacerlo, claro, pero demuestra, como explica el artículo, poca confianza en lo que defienden.
Y profesores de la pública con hijos en centros concertados.
Y obreros votando a sus caciques.
En eso estamos, en mantener una enseñanza equivocada para seguir pedaleando en la misma rueda.
Han elegido a una carca que mantiene al sistema fingiendo un presunto cambio.
Yo sobre esto siempre tengo una anécdota. Las hijas de Zapatero fueron ambas al IES San Isidoro, el público que les tocaba por ser el más cercano a la Moncloa. Yo iba a un instituto cercano y tuve algunos compañeros que venían de ese instituto.
Las pobres tenían siempre dos guardaespaldas dentro del instituto, lo que no les permitía llevar una vida "normal" dentro del propio centro. Además recibían bullying constante por parte de los demás alumnos por ser hijas de quien eran y no creo que lo pasaran muy bien. No sé qué tal les habría ido en otra clase de centro, pero las historias que escuché siempre me hicieron compadecerme por ellas.