Hace 1 día | Por Vlemix a elespanol.com
Publicado hace 1 día por Vlemix a elespanol.com

Es paradójico que la vanguardia de la izquierda en España sea tan amable con la mayor amenaza fascista que ha sufrido Europa desde los años 30, pero si por algo es contradictoria esta postura es por la historia y legado de los comunistas españoles. Durante el s.XX, la izquierda entendió que aprobar el intervencionismo ruso significaba perder la credibilidad de su compromiso con la libertad y la democracia. No se hacía seguidismo a Moscú, como ahora. Dentro del movimiento comunista,los discrepantes pagaron sus puntos de vista incluso con la vida

Comentarios

JackNorte

Llamar Putin comunista es un bulo, decir que la izquierda es amable con Putin cuando es ultra derecha , los amables son quienes les dan la mano y se sacan fotos con ellos y les dan la llave de la ciudad de Madrid. No sabia que el pp fuera de izquierdas.

nitsuga.blisset

#2 Efectivamente, Putin es de ultraderecha. Por eso los ultraderechistas, hasta invasión de Ucrania, lo alababan.

Deckardio

#2 Bueno, de todo hay en la viña. Esos de derechas que dices están ahí y ahora disimulan. Pero también hay personas de izquierdas que se piensan que como la Casa Blanca ha hecho mucho imperialismo, pues no pasa nada porque lo haga el Krémlin, o no hay que condenarlo tan fuerte como el otro, o hay que explicarlo más, o no merece la pena combatirlo, o... Conozco a alguno del marxismo-leninismo en ese plan.

Y al hilo de esto (no lo digo por ti, sino porque yo que soy muy de izquierdas creo que es importante tenerlo en cuenta para seguir progresando): el representado por la URSS no era ni es (por suerte) el único comunismo. Y Marx es un señor del s. XIX y Lenin se jactaba de solucionar los problemas a tiros (contándolo entre risas a un horrorizado Bertrand Russell). No hablemos ya de Stalin que a matar comunistas no le ganaba nadie. Así que a quien tenga a esos tres (e incluso los dos primeros) como únicos o principales referentes... yo le recomendaría unos cuantos teóricos más: del comunismo, del anarquismo y hasta del liberalismo o la filosofía. Porque si no luego nos liamos entre las invasiones que hay que condenar o no, y basicamente son todas. Incluidas las de los que luchan contra nuestro "enemigo".

kumo

#2 Sacar la chorrada de la llave es una estupidez. Primero porque eso pasó en 2006 y segundo porque se le retiró poco después de la invasión (por cierto, sin los votos de VOX).

No, putin no es comunista, ni lo es la Rusia de ahora, pero bien que presuntos izquierdistas en MNM han estado defendiendolo, apoyando y justificando la invasión como buenos quintacolumnistas y NPCs... "A ver si se rinden... por la paz..." decían, "Es que son nazis" siguen algunos intentando vender el relato que les llega de Telegram... Algunos además se dedicaban a hablar de Yemen y Palestina porque a ver si es que nos iba a interesar demasiado lo que pasase en Europa roll Y en cuanto los rusos sacaron los símbolos estalinistas (porque como a todos los dictatorzuelos lo de retocer la historia les viene en el manual) se les ha hecho el culo pepsicola y están todo el puto día con la propaganda aquí.

Y eso, es real e innegable, tanto como que Abascal o Salvini eran admiradores de Putin. Pero claro, mejor nos quedamos sólo con la mitad menos vergonzosa y que se le pueda echar en cara al otro.

Vlemix

Bastante relacionada: Izquierda y democracia

Hace 1 día | Por Estauracio a blogs.publico.es

m

Ahora es el propio PCE el que reniega de su antiguo secretario general y su obra. A uno de los corresponsables de una de las matanzas más brutales de la Guerra Civil contra presos nacionales, los chavales de hoy le vienen a juzgar como "blandengue".

Y paracuellos que.

A ver... hay tremendo popurri.

E

No lo puedo leer por muro de pago pero en España por aquel entonces había una fuerte tendencia hacia el comunismo libertario. Apoyar a Stalin era salir de la sartén para caer en las brasas, con su modelo reaccionario, casi igual que seductor que el fascismo para la izquierda autogestionada que existía aquí. George Orwell describe bien esta casuística española.