Hace 11 meses | Por blodhemn a elconfidencial.com
Publicado hace 11 meses por blodhemn a elconfidencial.com

En la Universidad de Wuhan, China, han logrado fabricar aleaciones de metal complejas a bajas temperaturas usando galio, un metal que se funde fácilmente y que simplifica enormemente el proceso de producción. Sus propios creadores lo califican de demasiado bueno para ser cierto por su sencillez y eficiencia, y abre el camino a la creación de nuevos materiales que no son posibles de obtener con métodos tradicionales. El proceso de creación de aleaciones de más de 5 metales consume mucha energía y requiere temperaturas de hasta 2.000º C.

Comentarios

C

Te ahorro un clic:

En un gallinero desordenado de metales, hay que poner un galio para imponer el orden..... Ya ya cierro la puerta al salir.

iridiri

#2 lol lol lol He tenido que leer tu comentario tres veces, parecía serio la primera vez

Jesulisto

#2 Pero, por favor, ponle un buen candado lol lol

woody_alien

#2 Muegge

m

si los chinos lo copiaban TODO, desde cuándo innovan ellos?

Paltus

#1 Desde que acumulan más investigadores que EEUU y Europa juntos.

WcPC

#1 Desde hace más de 10 años que la mayoría de innovación tecnológica ocurre en los hubs tecnológicos de China (Se perfectamente que Taiwán no es China, pero se beneficia de tener empresas en un lado y otro del estrecho)
La innovación no se hace con un tipo y un blog de notas, se hace con un ecosistema que le permite desarrollar el producto.

Un ejemplo es la máquina de vapor, la habían desarrollado en varios lugares de Europa (España entre ellos) pero para conseguir desarrollar un prototipo que funcionara de manera eficiente necesitaron llevar a técnicos de varios gremios europeos, el resto de "prototipos" simplemente fallaban al poco tiempo, ya sea porque el acero no era el apropiado, los remaches no eran lo suficientemente buenos o mil y una pequeña "técnica" que es necesaria para fabricar una máquina compleja.

Paltus

Prensa generalista hablando de ciencia. Empieza (medianamente) bien pero acaba yéndose por los cerros de Úbeda diciendo gilipolleces como un piano.