La posibilidad que las potencias mundiales hayan extraviado por descuido unas bombas atómicas y que estas puedan caer en manos de algún villano u organización malvada con intenciones de dominación global suena como la trama de una novela o película de espionaje.
Comentarios
No hace falta tener bombas nucleares, sino tener un destornillado y acceso físico al sistema informático que controlan esas armas.
Las robó la Tía.