"Que alguien sometido al ordenamiento jurídico no pueda ser juzgado por sus actos es un delirio absolutista que nada tiene que ver con la Constitución del 78 ni con el ámbito de convivencia que propugna", escribe Fernando Royuela.
La interpretación que se ha hecho de la inviolabilidad del rey es una de las ruedas de molino más grandes con la que se nos ha obligado a comulgar. Del mismo calibre que la de que no se puede hacer nada con los crímenes de lesa humanidad.
#1"Que alguien sometido al ordenamiento jurídico no pueda ser juzgado por sus actos es un delirio absolutista que nada tiene que ver con la Constitución del 78"
¿Que nada tiene que ver con la constitución del 78?
La inviolabilidad absoluta está recogida en la constitución del 78, por tanto lo tiene que ver todo con la constitución del 78. La constitución del 78 es una trampa, un engaño: primero te deja caer que alguien, el jefe del Estado, tiene unas funciones y se tiene que portar muy bien, para que suene muy bonito. Pero luego, usando palabras rebuscadas para que no se note el engaño, te dice que ese jefe de Estado puede hacer lo que le dé la puta gana con el país, incumpliendo las funciones constitucionales que le dé la gana incumlir, siendo todo lo inepto que le dé la gana ser, y robando todo lo que le dé la gana robar, sin que se le pueda frenar ni castigar, porque es inviolable, y porque tiene el apellido, genes y pertenencia de cierta familia.
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La interpretación que se ha hecho de la inviolabilidad del rey es una de las ruedas de molino más grandes con la que se nos ha obligado a comulgar. Del mismo calibre que la de que no se puede hacer nada con los crímenes de lesa humanidad.
#1 "Que alguien sometido al ordenamiento jurídico no pueda ser juzgado por sus actos es un delirio absolutista que nada tiene que ver con la Constitución del 78"
¿Que nada tiene que ver con la constitución del 78?
La inviolabilidad absoluta está recogida en la constitución del 78, por tanto lo tiene que ver todo con la constitución del 78. La constitución del 78 es una trampa, un engaño: primero te deja caer que alguien, el jefe del Estado, tiene unas funciones y se tiene que portar muy bien, para que suene muy bonito. Pero luego, usando palabras rebuscadas para que no se note el engaño, te dice que ese jefe de Estado puede hacer lo que le dé la puta gana con el país, incumpliendo las funciones constitucionales que le dé la gana incumlir, siendo todo lo inepto que le dé la gana ser, y robando todo lo que le dé la gana robar, sin que se le pueda frenar ni castigar, porque es inviolable, y porque tiene el apellido, genes y pertenencia de cierta familia.