Hay más de 500 indigentes malviviendo como pueden en la terminal 4 del Aeropuerto de Barajas, un drama colectivo con cuya responsabilidad el presidente de Aena, Maurici Lucena, y el alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, están jugando al tenis para ver cómo se la quitan de encima. Almeida echa la culpa al Gobierno de España.