Gramma, la querida tortuga de las Galápagos que se convirtió en la residente más longeva del Zoológico de San Diego, culminó su increíble viaje de más de un siglo. Su dieta estricta, que incluía sus alimentos predilectos, lechuga romana y jugosos jugos de frutos de cactus, formó parte del secreto de una vida que la llevó a superar los 100 años. Más que una simple habitante, Gramma fue una embajadora viviente de la fauna de las Galápagos y un tesoro histórico.