La libertad para salir a tomarse unas cañitas. El contexto de pandemia, que implica restricciones en el movimiento de las personas por una cuestión de salud pública, enerva a los que no dijeron esta es boca mía ante la ley mordaza. Encarcelar a unas personas injusta y arbitrariamente no es suficiente acicate para salir a la calle y clamar contra este abuso del estado. Pero cuidado, no les cerréis el bar ni impidáis acudir a sus segundas residencias.
Comentarios
Sí, ahora la libertad se circunscribe a salir de cañitas y viajar a la segunda residencia, y se hacen llamar el pueblo.
Cayetano's Power!