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#6:
Los europeos somos peores que los moros. Al menos Arabia Saudí no le ríe las gracias a USA. El mes pasado, en Madrid, los EUA decían que China era el próximo gran rival militar, y el resto de miembros de la OTAN aplaudiendo con las orejas.
#17:
#2 Somos superguais.
Vamos por el mundo sancionado países como nos sale del coño.
Y además, si eluden nuestras sanciones resulta que son malo malisimos.
Durante 18 meses ha rogado a Teherán que renuncie a las armas nucleares mientras hace la vista gorda ante su violación de las sanciones económicas.
¿Como se atreve un país sancionado unilateralmente por los buenos a saltarselas?
¿A nadie le extraña que la.mitad del mundo odie a occidente?
Vamos por el mundo sancionado países como nos sale del coño.
Y además, si eluden nuestras sanciones resulta que son malo malisimos.
Durante 18 meses ha rogado a Teherán que renuncie a las armas nucleares mientras hace la vista gorda ante su violación de las sanciones económicas.
¿Como se atreve un país sancionado unilateralmente por los buenos a saltarselas?
¿A nadie le extraña que la.mitad del mundo odie a occidente?
#4:
si pero a mister sanciones se le fue la boca como el bocazas que es y de sanciones no solo nada, sino que ha tenido que cerrar la boca y arrastrarse ante el paria, que cosas
Esta vez es al revés, mira que tiene que ser humillante
Esta vez es al revés, mira que tiene que ser humillante
#1:
Original: https://www.wsj.com/articles/biden-should-have-stayed-home-crown-prince-mohammed-jeddah-oil-security-iran-nuclear-deal-pariah-ukraine-putin-opec-11658147469
Traducción WSJ:
Las reuniones entre líderes de naciones importantes suelen merecer la pena, aunque no den resultados inmediatos. Pero hay excepciones. Una fue la reunión de Neville Chamberlain con Hitler en Múnich en 1938. Otra: La reunión del presidente Biden con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman la semana pasada.
Las 24 horas del presidente en Jeddah estuvieron dominadas por las fotos de su choque de puños con el líder de facto de un reino que el Sr. Biden había calificado de paria. A partir de ahí, las cosas fueron cuesta abajo. El Sr. Biden insistió en que, delante de todas las delegaciones de Estados Unidos y de Arabia Saudí, había calificado al príncipe heredero de asesino de Jamal Khashoggi. El ministro de Estado saudí, Adel al-Jubeir, se apresuró a decir que no recordaba haber oído eso. Cuando se le preguntó a Biden si el ministro de Exteriores decía la verdad, dijo que no, dando a entender que un funcionario saudí clave era un mentiroso. Incluso el New York Times puso en duda que el relato de Biden fuera exacto, señalando que tiene un historial de describir acontecimientos que otros participantes en la reunión no recuerdan.
Esto es lo que ha ocurrido con la reconstrucción de la cooperación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, que era el objetivo del Sr. Biden. Este viaje fue algo peor que una oportunidad perdida. Perjudicó los intereses de seguridad de Estados Unidos en Oriente Medio al poner de manifiesto ante el mundo que ni Arabia Saudí ni otros Estados del Golfo confían en Estados Unidos lo suficiente como para hacer sacrificios para renovar unas relaciones muy deterioradas. En un discurso ante los líderes árabes, el presidente proclamó: "No nos alejaremos y dejaremos un vacío que llenarán China, Rusia o Irán".
Esta afirmación cayó en los oídos de un hombre que vieron alejarse de Afganistán. Los Emiratos Árabes Unidos no tardaron en anunciar su esfuerzo por devolver un embajador a Teherán y resolver las diferencias por la vía diplomática. El ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan Al-Saud, contradijo las afirmaciones de Biden sobre la mejora de las relaciones entre Arabia Saudí e Israel, y reiteró que cualquier aumento de la producción de petróleo no será una decisión saudí, sino de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus, que incluye a Rusia. Esa es una forma no tan sutil de decir que Arabia Saudí mantendrá sus cálidas relaciones con Vladimir Putin independientemente de lo que piense Estados Unidos.
En resumen, el presidente se fue sin ningún progreso, no sólo en lo que respecta al petróleo, sino también a la paz en Yemen, a la confrontación con Irán y a todo lo demás. Ese fracaso se vio agravado por la forma risible en que la Casa Blanca gestionó la visita. El empleado de la Casa Blanca que pensó que un banal choque de puños entre amigos era preferible al habitual apretón de manos formal debería ser despedido. No tenía nada que ver con Covid; el presidente estrechó la mano a otros saudíes y también, antes, a israelíes y palestinos. Si pensó que renunciar a un apretón de manos apaciguaría a los críticos antisaudíes de su propio partido, se equivocó. El congresista Adam Schiff criticó el apretón de manos como "prueba visible del control que siguen teniendo los autócratas ricos en petróleo sobre la política exterior de Estados Unidos".
Es fácil culpar a la prensa por enfatizar estas vergüenzas, y el Sr. Biden lo hizo. Pero sin ninguna sustancia de la que informar, no es de extrañar que los periodistas se centraran en el espectáculo del Sr. Biden retorciéndose incómodo en la cama que había hecho con su anterior bravuconería sobre el castigo al príncipe heredero Mohammed. Y el presidente no podía esperar que se dejaran engañar por los esfuerzos de la Casa Blanca por presentar como avances los cambios graduales en los acuerdos de sobrevuelo saudíes e israelíes o la transferencia de dos pequeñas islas de Egipto a Arabia Saudí, acordada hace tiempo con la bendición de Israel.
Biden viajó a la región en un momento en que el mundo se enfrenta a enormes riesgos económicos y de seguridad. La invasión de Ucrania por parte de Rusia está provocando una escasez de alimentos y un aumento de los precios que no hará más que empeorar a medida que la incapacidad de Ucrania para exportar su grano y plantar una nueva cosecha se extienda por todo el mundo. Se producirán flujos migratorios desestabilizadores desde países pobres de África y Oriente Medio, como Egipto, que dependen en gran medida del trigo ucraniano. La inflación, que ya es un problema mundial, parece que se agravará a menos que la desaceleración económica de China produzca una recesión mundial, algo que perjudicará a todas las naciones, incluido Estados Unidos.
Sobre todo esto pesa la continua amenaza nuclear del Sr. Putin. Cada día aumenta el riesgo de que el aliado de Rusia en Teherán complete su propia bomba. Los expertos internacionales creen que Irán ya tiene suficiente uranio enriquecido para construir al menos una bomba. El Sr. Biden y el Primer Ministro de Israel, Yair Lapid, volvieron a prometer que no se permitirá que Irán adquiera armas nucleares. "La única manera de detenerlos es poner una amenaza militar creíble sobre la mesa", dijo Lapid. Pero Biden no lo ha hecho. Durante 18 meses ha rogado a Teherán que renuncie a las armas nucleares mientras hace la vista gorda ante su violación de las sanciones económicas, sus travesuras en las naciones vecinas y su apoyo a los ataques de los rebeldes Houthi contra Arabia Saudí. En este viaje afirmó que seguirá persiguiendo esa quimera de las negociaciones.
Su empeño en conciliar con un enemigo implacable es otra similitud con Chamberlain. Esperemos que no produzca un resultado similar dentro de un año.
-
Noticia #0
Las reuniones entre líderes de naciones importantes por lo general valen la pena, incluso si no producen resultados inmediatos. Pero hay excepciones. Uno fue el encuentro de Neville Chamberlain en Munich con Hitler en 1938. Otro: la reunión del presidente Biden con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, la semana pasada.
Las 24 horas del presidente en Jeddah estuvieron dominadas por fotos de su choque de puños con el líder de facto de un reino que Biden había calificado de paria. Las cosas fueron cuesta abajo desde allí. El Sr. Biden insistió en que, frente a todas las delegaciones de Estados Unidos y Arabia Saudita, había etiquetado al príncipe heredero como el asesino de Jamal Khashoggi. El ministro de Estado saudita, Adel al-Jubeir, se apresuró a decir que no recordaba haber escuchado eso. Cuando se le preguntó al Sr. Biden si el ministro de Relaciones Exteriores estaba diciendo la verdad, dijo que no, lo que implica que un funcionario saudita clave era un mentiroso. Incluso el New York Times cuestionó si el relato del Sr. Biden era exacto, y señaló que tiene un historial de describir eventos que otros participantes de la reunión no recuerdan.
Hasta aquí la reconstrucción de la cooperación entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que era el objetivo de Biden. Este viaje fue peor que una oportunidad perdida. Dañaba los intereses de seguridad de EE. UU. en el Medio Oriente al resaltarle al mundo que ni Arabia Saudita ni otros estados del Golfo confían en EE. UU. lo suficiente como para hacer sacrificios para renovar relaciones muy deterioradas. En un discurso a los líderes árabes, el presidente proclamó: “No nos alejaremos y dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán”.
Eso cayó en oídos incrédulos de un hombre al que vieron alejarse de Afganistán. Los Emiratos Árabes Unidos anunciaron rápidamente su esfuerzo por devolver un embajador a Teherán y resolver las diferencias diplomáticamente. El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Faisal bin Farhan Al-Saud, contradijo las afirmaciones de Biden de mejorar las relaciones entre Arabia Saudita e Israel y reiteró que cualquier aumento en la producción de petróleo no será una decisión de Arabia Saudita sino de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus, que incluye a Rusia. . Esa es una forma no tan sutil de decir que Arabia Saudita mantendrá sus cálidas relaciones con Vladimir Putin independientemente de lo que piense Estados Unidos.
En resumen, el presidente se fue sin ningún progreso, no solo en el petróleo, sino también en la paz en Yemen, confrontando a Irán y todo lo demás. Ese fracaso se vio agravado por la manera ridícula en que la Casa Blanca manejó la visita. El empleado de la Casa Blanca que pensó que un choque de puños banal de amigo a amigo era preferible a un apretón de manos formal habitual debería ser despedido. No tenía nada que ver con Covid; el presidente estrechó la mano de otros saudíes y también, antes, de israelíes y palestinos. Si pensó que renunciar a un apretón de manos apaciguaría a los críticos antisaudíes en su propio partido, estaba equivocado. El representante Adam Schiff criticó el choque de puños como “una prueba visible del control continuo que los autócratas ricos en petróleo tienen sobre la política exterior de Estados Unidos”.
Es fácil culpar a la prensa por enfatizar estas vergüenzas, y Biden lo hizo. Pero sin ninguna sustancia para informar, no sorprende que los reporteros se centraran en el espectáculo del Sr. Biden retorciéndose incómodo en la cama que había hecho con su fanfarronería anterior sobre castigar al príncipe heredero Mohammed. Y el presidente no podría haber esperado que se dejaran engañar por los esfuerzos de la Casa Blanca para promocionar como avances los cambios graduales en los arreglos de sobrevuelo entre Arabia Saudita e Israel o una transferencia acordada desde hace mucho tiempo de dos pequeñas islas de Egipto a Arabia Saudita con la bendición de Israel.
El Sr. Biden fue a la región en un momento en que
Traducción WSJ:
Las reuniones entre líderes de naciones importantes suelen merecer la pena, aunque no den resultados inmediatos. Pero hay excepciones. Una fue la reunión de Neville Chamberlain con Hitler en Múnich en 1938. Otra: La reunión del presidente Biden con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman la semana pasada.
Las 24 horas del presidente en Jeddah estuvieron dominadas por las fotos de su choque de puños con el líder de facto de un reino que el Sr. Biden había calificado de paria. A partir de ahí, las cosas fueron cuesta abajo. El Sr. Biden insistió en que, delante de todas las delegaciones de Estados Unidos y de Arabia Saudí, había calificado al príncipe heredero de asesino de Jamal Khashoggi. El ministro de Estado saudí, Adel al-Jubeir, se apresuró a decir que no recordaba haber oído eso. Cuando se le preguntó a Biden si el ministro de Exteriores decía la verdad, dijo que no, dando a entender que un funcionario saudí clave era un mentiroso. Incluso el New York Times puso en duda que el relato de Biden fuera exacto, señalando que tiene un historial de describir acontecimientos que otros participantes en la reunión no recuerdan.
Esto es lo que ha ocurrido con la reconstrucción de la cooperación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, que era el objetivo del Sr. Biden. Este viaje fue algo peor que una oportunidad perdida. Perjudicó los intereses de seguridad de Estados Unidos en Oriente Medio al poner de manifiesto ante el mundo que ni Arabia Saudí ni otros Estados del Golfo confían en Estados Unidos lo suficiente como para hacer sacrificios para renovar unas relaciones muy deterioradas. En un discurso ante los líderes árabes, el presidente proclamó: "No nos alejaremos y dejaremos un vacío que llenarán China, Rusia o Irán".
Esta afirmación cayó en los oídos de un hombre que vieron alejarse de Afganistán. Los Emiratos Árabes Unidos no tardaron en anunciar su esfuerzo por devolver un embajador a Teherán y resolver las diferencias por la vía diplomática. El ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan Al-Saud, contradijo las afirmaciones de Biden sobre la mejora de las relaciones entre Arabia Saudí e Israel, y reiteró que cualquier aumento de la producción de petróleo no será una decisión saudí, sino de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus, que incluye a Rusia. Esa es una forma no tan sutil de decir que Arabia Saudí mantendrá sus cálidas relaciones con Vladimir Putin independientemente de lo que piense Estados Unidos.
En resumen, el presidente se fue sin ningún progreso, no sólo en lo que respecta al petróleo, sino también a la paz en Yemen, a la confrontación con Irán y a todo lo demás. Ese fracaso se vio agravado por la forma risible en que la Casa Blanca gestionó la visita. El empleado de la Casa Blanca que pensó que un banal choque de puños entre amigos era preferible al habitual apretón de manos formal debería ser despedido. No tenía nada que ver con Covid; el presidente estrechó la mano a otros saudíes y también, antes, a israelíes y palestinos. Si pensó que renunciar a un apretón de manos apaciguaría a los críticos antisaudíes de su propio partido, se equivocó. El congresista Adam Schiff criticó el apretón de manos como "prueba visible del control que siguen teniendo los autócratas ricos en petróleo sobre la política exterior de Estados Unidos".
Es fácil culpar a la prensa por enfatizar estas vergüenzas, y el Sr. Biden lo hizo. Pero sin ninguna sustancia de la que informar, no es de extrañar que los periodistas se centraran en el espectáculo del Sr. Biden retorciéndose incómodo en la cama que había hecho con su anterior bravuconería sobre el castigo al príncipe heredero Mohammed. Y el presidente no podía esperar que se dejaran engañar por los esfuerzos de la Casa Blanca por presentar como avances los cambios graduales en los acuerdos de sobrevuelo saudíes e israelíes o la transferencia de dos pequeñas islas de Egipto a Arabia Saudí, acordada hace tiempo con la bendición de Israel.
Biden viajó a la región en un momento en que el mundo se enfrenta a enormes riesgos económicos y de seguridad. La invasión de Ucrania por parte de Rusia está provocando una escasez de alimentos y un aumento de los precios que no hará más que empeorar a medida que la incapacidad de Ucrania para exportar su grano y plantar una nueva cosecha se extienda por todo el mundo. Se producirán flujos migratorios desestabilizadores desde países pobres de África y Oriente Medio, como Egipto, que dependen en gran medida del trigo ucraniano. La inflación, que ya es un problema mundial, parece que se agravará a menos que la desaceleración económica de China produzca una recesión mundial, algo que perjudicará a todas las naciones, incluido Estados Unidos.
Sobre todo esto pesa la continua amenaza nuclear del Sr. Putin. Cada día aumenta el riesgo de que el aliado de Rusia en Teherán complete su propia bomba. Los expertos internacionales creen que Irán ya tiene suficiente uranio enriquecido para construir al menos una bomba. El Sr. Biden y el Primer Ministro de Israel, Yair Lapid, volvieron a prometer que no se permitirá que Irán adquiera armas nucleares. "La única manera de detenerlos es poner una amenaza militar creíble sobre la mesa", dijo Lapid. Pero Biden no lo ha hecho. Durante 18 meses ha rogado a Teherán que renuncie a las armas nucleares mientras hace la vista gorda ante su violación de las sanciones económicas, sus travesuras en las naciones vecinas y su apoyo a los ataques de los rebeldes Houthi contra Arabia Saudí. En este viaje afirmó que seguirá persiguiendo esa quimera de las negociaciones.
Su empeño en conciliar con un enemigo implacable es otra similitud con Chamberlain. Esperemos que no produzca un resultado similar dentro de un año.
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Noticia #0
Las reuniones entre líderes de naciones importantes por lo general valen la pena, incluso si no producen resultados inmediatos. Pero hay excepciones. Uno fue el encuentro de Neville Chamberlain en Munich con Hitler en 1938. Otro: la reunión del presidente Biden con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, la semana pasada.
Las 24 horas del presidente en Jeddah estuvieron dominadas por fotos de su choque de puños con el líder de facto de un reino que Biden había calificado de paria. Las cosas fueron cuesta abajo desde allí. El Sr. Biden insistió en que, frente a todas las delegaciones de Estados Unidos y Arabia Saudita, había etiquetado al príncipe heredero como el asesino de Jamal Khashoggi. El ministro de Estado saudita, Adel al-Jubeir, se apresuró a decir que no recordaba haber escuchado eso. Cuando se le preguntó al Sr. Biden si el ministro de Relaciones Exteriores estaba diciendo la verdad, dijo que no, lo que implica que un funcionario saudita clave era un mentiroso. Incluso el New York Times cuestionó si el relato del Sr. Biden era exacto, y señaló que tiene un historial de describir eventos que otros participantes de la reunión no recuerdan.
Hasta aquí la reconstrucción de la cooperación entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que era el objetivo de Biden. Este viaje fue peor que una oportunidad perdida. Dañaba los intereses de seguridad de EE. UU. en el Medio Oriente al resaltarle al mundo que ni Arabia Saudita ni otros estados del Golfo confían en EE. UU. lo suficiente como para hacer sacrificios para renovar relaciones muy deterioradas. En un discurso a los líderes árabes, el presidente proclamó: “No nos alejaremos y dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán”.
Eso cayó en oídos incrédulos de un hombre al que vieron alejarse de Afganistán. Los Emiratos Árabes Unidos anunciaron rápidamente su esfuerzo por devolver un embajador a Teherán y resolver las diferencias diplomáticamente. El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Faisal bin Farhan Al-Saud, contradijo las afirmaciones de Biden de mejorar las relaciones entre Arabia Saudita e Israel y reiteró que cualquier aumento en la producción de petróleo no será una decisión de Arabia Saudita sino de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus, que incluye a Rusia. . Esa es una forma no tan sutil de decir que Arabia Saudita mantendrá sus cálidas relaciones con Vladimir Putin independientemente de lo que piense Estados Unidos.
En resumen, el presidente se fue sin ningún progreso, no solo en el petróleo, sino también en la paz en Yemen, confrontando a Irán y todo lo demás. Ese fracaso se vio agravado por la manera ridícula en que la Casa Blanca manejó la visita. El empleado de la Casa Blanca que pensó que un choque de puños banal de amigo a amigo era preferible a un apretón de manos formal habitual debería ser despedido. No tenía nada que ver con Covid; el presidente estrechó la mano de otros saudíes y también, antes, de israelíes y palestinos. Si pensó que renunciar a un apretón de manos apaciguaría a los críticos antisaudíes en su propio partido, estaba equivocado. El representante Adam Schiff criticó el choque de puños como “una prueba visible del control continuo que los autócratas ricos en petróleo tienen sobre la política exterior de Estados Unidos”.
Es fácil culpar a la prensa por enfatizar estas vergüenzas, y Biden lo hizo. Pero sin ninguna sustancia para informar, no sorprende que los reporteros se centraran en el espectáculo del Sr. Biden retorciéndose incómodo en la cama que había hecho con su fanfarronería anterior sobre castigar al príncipe heredero Mohammed. Y el presidente no podría haber esperado que se dejaran engañar por los esfuerzos de la Casa Blanca para promocionar como avances los cambios graduales en los arreglos de sobrevuelo entre Arabia Saudita e Israel o una transferencia acordada desde hace mucho tiempo de dos pequeñas islas de Egipto a Arabia Saudita con la bendición de Israel.
El Sr. Biden fue a la región en un momento en que
#2:
Si lo fue. Arabia Saudita debería estar tan sancionada cómo Rusia.
Comentarios
Los europeos somos peores que los moros. Al menos Arabia Saudí no le ríe las gracias a USA. El mes pasado, en Madrid, los EUA decían que China era el próximo gran rival militar, y el resto de miembros de la OTAN aplaudiendo con las orejas.
#6 Los vasallos de una potencia en declive. O Europa espabila y busca su sitio en el orden multipolar que está naciendo o nos llevarán al matadero con tal de preservar su status quo.
#23 Se espabila y sale huyendo rápido de ese cenagal de mierda en que se está convirtiendo USA, no se aguantan ni ellos mismos y, excepto los mamporreros de la EU, parece que los demás están intentando alejarse y que corra el aire.
Dicen que las ratas son las primeras que abandonan el barco, en este caso también serán las más listas.
#23 deberíamos ser un poco más como turquia en el sentido de que no se cierran a ningún otro pais
#6 Al menos Arabia Saudí no le ríe las gracias a USA
No sé en qué mundo será eso, pero Arabia es el principal socio de EEUU en la zona, junto con Israel. Además, el gobierno de Trump fortaleció las relaciones.
EEUU tiene 5 bases militares y más de 3000 hombres en suelo saudí.
c/c #23 statu quo
#51 Me refiero a la última reunion, que es a lo que se refiere la noticias, no a nivel histórico.
#58 Pues poco sentido tiene entonces el comentario... No se entiende que lo digas así.
No le reirá las gracias esta vez, pero es su perrito faldero histórico.
#59 Mi comentario indica que parece ser que Arabia Saudí está intentando cambiar una tendencia de vasallaje histórica (solo el tiempo dirá si finalmente lo hace), mientras que los líderes europeos acompañan a su amo USA hacia la ruina como bueno perros obedientes.
#60 A mí me parece una conclusión muy precipitada por un único viaje, del que además tenemos poquísima información.
si pero a mister sanciones se le fue la boca como el bocazas que es y de sanciones no solo nada, sino que ha tenido que cerrar la boca y arrastrarse ante el paria, que cosas
Esta vez es al revés, mira que tiene que ser humillante
#4 Si te descuidas ni se acuerda de el..... vaya tela.
#4 Lo que no entiendo muy bien es quien es Chamberlin y quién Hitler en todo esto.
#20 Lo pone como ejemplo de lo inútil que es negociar con un fanático. En mi casa dicen que cuanto más se agacha uno, más se le ve el culo.
#4 Es lo que tiene la prepotencia y haber sido los dueños del cortijo durante casi un siglo al menos (en Europa y una buena parte de latinoamérica y Asia aún lo continuan siendo).
Original: https://www.wsj.com/articles/biden-should-have-stayed-home-crown-prince-mohammed-jeddah-oil-security-iran-nuclear-deal-pariah-ukraine-putin-opec-11658147469
Traducción WSJ:
Las reuniones entre líderes de naciones importantes suelen merecer la pena, aunque no den resultados inmediatos. Pero hay excepciones. Una fue la reunión de Neville Chamberlain con Hitler en Múnich en 1938. Otra: La reunión del presidente Biden con el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman la semana pasada.
Las 24 horas del presidente en Jeddah estuvieron dominadas por las fotos de su choque de puños con el líder de facto de un reino que el Sr. Biden había calificado de paria. A partir de ahí, las cosas fueron cuesta abajo. El Sr. Biden insistió en que, delante de todas las delegaciones de Estados Unidos y de Arabia Saudí, había calificado al príncipe heredero de asesino de Jamal Khashoggi. El ministro de Estado saudí, Adel al-Jubeir, se apresuró a decir que no recordaba haber oído eso. Cuando se le preguntó a Biden si el ministro de Exteriores decía la verdad, dijo que no, dando a entender que un funcionario saudí clave era un mentiroso. Incluso el New York Times puso en duda que el relato de Biden fuera exacto, señalando que tiene un historial de describir acontecimientos que otros participantes en la reunión no recuerdan.
Esto es lo que ha ocurrido con la reconstrucción de la cooperación entre Estados Unidos y Arabia Saudí, que era el objetivo del Sr. Biden. Este viaje fue algo peor que una oportunidad perdida. Perjudicó los intereses de seguridad de Estados Unidos en Oriente Medio al poner de manifiesto ante el mundo que ni Arabia Saudí ni otros Estados del Golfo confían en Estados Unidos lo suficiente como para hacer sacrificios para renovar unas relaciones muy deterioradas. En un discurso ante los líderes árabes, el presidente proclamó: "No nos alejaremos y dejaremos un vacío que llenarán China, Rusia o Irán".
Esta afirmación cayó en los oídos de un hombre que vieron alejarse de Afganistán. Los Emiratos Árabes Unidos no tardaron en anunciar su esfuerzo por devolver un embajador a Teherán y resolver las diferencias por la vía diplomática. El ministro de Asuntos Exteriores saudí, Faisal bin Farhan Al-Saud, contradijo las afirmaciones de Biden sobre la mejora de las relaciones entre Arabia Saudí e Israel, y reiteró que cualquier aumento de la producción de petróleo no será una decisión saudí, sino de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus, que incluye a Rusia. Esa es una forma no tan sutil de decir que Arabia Saudí mantendrá sus cálidas relaciones con Vladimir Putin independientemente de lo que piense Estados Unidos.
En resumen, el presidente se fue sin ningún progreso, no sólo en lo que respecta al petróleo, sino también a la paz en Yemen, a la confrontación con Irán y a todo lo demás. Ese fracaso se vio agravado por la forma risible en que la Casa Blanca gestionó la visita. El empleado de la Casa Blanca que pensó que un banal choque de puños entre amigos era preferible al habitual apretón de manos formal debería ser despedido. No tenía nada que ver con Covid; el presidente estrechó la mano a otros saudíes y también, antes, a israelíes y palestinos. Si pensó que renunciar a un apretón de manos apaciguaría a los críticos antisaudíes de su propio partido, se equivocó. El congresista Adam Schiff criticó el apretón de manos como "prueba visible del control que siguen teniendo los autócratas ricos en petróleo sobre la política exterior de Estados Unidos".
Es fácil culpar a la prensa por enfatizar estas vergüenzas, y el Sr. Biden lo hizo. Pero sin ninguna sustancia de la que informar, no es de extrañar que los periodistas se centraran en el espectáculo del Sr. Biden retorciéndose incómodo en la cama que había hecho con su anterior bravuconería sobre el castigo al príncipe heredero Mohammed. Y el presidente no podía esperar que se dejaran engañar por los esfuerzos de la Casa Blanca por presentar como avances los cambios graduales en los acuerdos de sobrevuelo saudíes e israelíes o la transferencia de dos pequeñas islas de Egipto a Arabia Saudí, acordada hace tiempo con la bendición de Israel.
Biden viajó a la región en un momento en que el mundo se enfrenta a enormes riesgos económicos y de seguridad. La invasión de Ucrania por parte de Rusia está provocando una escasez de alimentos y un aumento de los precios que no hará más que empeorar a medida que la incapacidad de Ucrania para exportar su grano y plantar una nueva cosecha se extienda por todo el mundo. Se producirán flujos migratorios desestabilizadores desde países pobres de África y Oriente Medio, como Egipto, que dependen en gran medida del trigo ucraniano. La inflación, que ya es un problema mundial, parece que se agravará a menos que la desaceleración económica de China produzca una recesión mundial, algo que perjudicará a todas las naciones, incluido Estados Unidos.
Sobre todo esto pesa la continua amenaza nuclear del Sr. Putin. Cada día aumenta el riesgo de que el aliado de Rusia en Teherán complete su propia bomba. Los expertos internacionales creen que Irán ya tiene suficiente uranio enriquecido para construir al menos una bomba. El Sr. Biden y el Primer Ministro de Israel, Yair Lapid, volvieron a prometer que no se permitirá que Irán adquiera armas nucleares. "La única manera de detenerlos es poner una amenaza militar creíble sobre la mesa", dijo Lapid. Pero Biden no lo ha hecho. Durante 18 meses ha rogado a Teherán que renuncie a las armas nucleares mientras hace la vista gorda ante su violación de las sanciones económicas, sus travesuras en las naciones vecinas y su apoyo a los ataques de los rebeldes Houthi contra Arabia Saudí. En este viaje afirmó que seguirá persiguiendo esa quimera de las negociaciones.
Su empeño en conciliar con un enemigo implacable es otra similitud con Chamberlain. Esperemos que no produzca un resultado similar dentro de un año.
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Noticia #0
Las reuniones entre líderes de naciones importantes por lo general valen la pena, incluso si no producen resultados inmediatos. Pero hay excepciones. Uno fue el encuentro de Neville Chamberlain en Munich con Hitler en 1938. Otro: la reunión del presidente Biden con el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammed bin Salman, la semana pasada.
Las 24 horas del presidente en Jeddah estuvieron dominadas por fotos de su choque de puños con el líder de facto de un reino que Biden había calificado de paria. Las cosas fueron cuesta abajo desde allí. El Sr. Biden insistió en que, frente a todas las delegaciones de Estados Unidos y Arabia Saudita, había etiquetado al príncipe heredero como el asesino de Jamal Khashoggi. El ministro de Estado saudita, Adel al-Jubeir, se apresuró a decir que no recordaba haber escuchado eso. Cuando se le preguntó al Sr. Biden si el ministro de Relaciones Exteriores estaba diciendo la verdad, dijo que no, lo que implica que un funcionario saudita clave era un mentiroso. Incluso el New York Times cuestionó si el relato del Sr. Biden era exacto, y señaló que tiene un historial de describir eventos que otros participantes de la reunión no recuerdan.
Hasta aquí la reconstrucción de la cooperación entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que era el objetivo de Biden. Este viaje fue peor que una oportunidad perdida. Dañaba los intereses de seguridad de EE. UU. en el Medio Oriente al resaltarle al mundo que ni Arabia Saudita ni otros estados del Golfo confían en EE. UU. lo suficiente como para hacer sacrificios para renovar relaciones muy deterioradas. En un discurso a los líderes árabes, el presidente proclamó: “No nos alejaremos y dejaremos un vacío para que lo llenen China, Rusia o Irán”.
Eso cayó en oídos incrédulos de un hombre al que vieron alejarse de Afganistán. Los Emiratos Árabes Unidos anunciaron rápidamente su esfuerzo por devolver un embajador a Teherán y resolver las diferencias diplomáticamente. El ministro de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, Faisal bin Farhan Al-Saud, contradijo las afirmaciones de Biden de mejorar las relaciones entre Arabia Saudita e Israel y reiteró que cualquier aumento en la producción de petróleo no será una decisión de Arabia Saudita sino de la Organización de Países Exportadores de Petróleo Plus, que incluye a Rusia. . Esa es una forma no tan sutil de decir que Arabia Saudita mantendrá sus cálidas relaciones con Vladimir Putin independientemente de lo que piense Estados Unidos.
En resumen, el presidente se fue sin ningún progreso, no solo en el petróleo, sino también en la paz en Yemen, confrontando a Irán y todo lo demás. Ese fracaso se vio agravado por la manera ridícula en que la Casa Blanca manejó la visita. El empleado de la Casa Blanca que pensó que un choque de puños banal de amigo a amigo era preferible a un apretón de manos formal habitual debería ser despedido. No tenía nada que ver con Covid; el presidente estrechó la mano de otros saudíes y también, antes, de israelíes y palestinos. Si pensó que renunciar a un apretón de manos apaciguaría a los críticos antisaudíes en su propio partido, estaba equivocado. El representante Adam Schiff criticó el choque de puños como “una prueba visible del control continuo que los autócratas ricos en petróleo tienen sobre la política exterior de Estados Unidos”.
Es fácil culpar a la prensa por enfatizar estas vergüenzas, y Biden lo hizo. Pero sin ninguna sustancia para informar, no sorprende que los reporteros se centraran en el espectáculo del Sr. Biden retorciéndose incómodo en la cama que había hecho con su fanfarronería anterior sobre castigar al príncipe heredero Mohammed. Y el presidente no podría haber esperado que se dejaran engañar por los esfuerzos de la Casa Blanca para promocionar como avances los cambios graduales en los arreglos de sobrevuelo entre Arabia Saudita e Israel o una transferencia acordada desde hace mucho tiempo de dos pequeñas islas de Egipto a Arabia Saudita con la bendición de Israel.
El Sr. Biden fue a la región en un momento en que
Si lo fue. Arabia Saudita debería estar tan sancionada cómo Rusia.
#2 Somos superguais.
Vamos por el mundo sancionado países como nos sale del coño.
Y además, si eluden nuestras sanciones resulta que son malo malisimos.
Durante 18 meses ha rogado a Teherán que renuncie a las armas nucleares mientras hace la vista gorda ante su violación de las sanciones económicas.
¿Como se atreve un país sancionado unilateralmente por los buenos a saltarselas?
¿A nadie le extraña que la.mitad del mundo odie a occidente?
#17 Hombre, van buscando su propio interés y supervivencia, como todos. ¿Quiénes son el resto del mundo? ¿China? ¿Rusia? ¿Los sátrapas de numerosos estados autocráticos en áfrica? Todos buscan las supervivencia de sus estados / imperios.
Es loable buscar la coherencia en nuestros políticos y mandatarios, pero te daré una noticia que ya conoces, no vas a obtener dicha coherencia, porque no existe ni puede existir. Todo se disfraza de buenas palabras y de argumentos inventados para defender unos intereses muy particulares. Pero no lo olvides, a ti te intentan convencer, manipular y/o engañar. En otros lugares simplemente te meten una bala por el culo, cuando no, te violan, te queman o te descuartizan. Una cosa es hacer negocios con quienes hacen eso y otra bien distinta ser quienes hacen eso.
¿Es una mierda? Sin duda. Es repugnante. Pero por favor, alternativas. ¿Cómo o con quien te relacionarías y que harías para protegerte contra todos esos con los que no quieres mezclarte?
#28 todos son malos menos nosotros!
#30 No, no... Todos son malos y nosotros también. Pero, y siempre lo hay nos guste o no, no es comparable el talante o el como se hacen las cosas aquí y en otros sitios. Aquí se disimula, como te digo, te intentan comer la oreja. Si nada de eso funciona claro que se ponen a trabajar los aparatos del estado y acabas como un assange. Sin duda. ¿Me gusta? NO y hay que ser claros, nuestro sistema no se diferencia demasiado de otros a la hora de buscar la supervivencia. Pero si que lo hace en las formas y los mecanismos que tiene para tal fin. Así que entre lo malo y lo peor me quedo con lo malo.
#28 #43 Vamos a ver que ha hecho occidente por le mundo:
- Iraq tenia el mejor sistema de la región de alfabetización antes de la guerra, el 89% alfabetizados. DESTRUIDO !! CHECK !!
- Cuba tenía uno de los sitemas médico smejores de la región. DESTRUIDO !! CHECK !!
- Libia era uno de los países mas ricos y con mejor bienestar de la zona DESTRUIDO !! CHECK !!
- Chile tenía una democracia plena antes del golpe de estado. DESTRUIDO !! CHECK !!
- La mitad del os países de áfrica era autosuficiente hasta que descubirmos sis materias primas. DESTRUIDOS !! CHECK !!
Podría seguir, pero me canso de escribir: Iran, Afghanistan, Argentina, Vietnam, India, Corea,...
DESTRUIDOS !! CHECK !! CHECK !! CHECK !! CHECK !! CHECK !! CHECK !!CHECK !! CHECK !!
Joder, pero si no hemos dejado títere con cabeza.
Pero ya se sabe, que malas son las dictaduras, que nos obligan a actuar....
#54 Que lo sé, si somos unos mierdas y encima nos creemos el centro del mundo (en oriente les hace mucha gracia nuestro occicentrismo)... solo me ha hecho gracia la expresión.
#54 Y eso que dicen que somos los buenos. Si llegamos a ser los malos, no queda ni medio planeta habitado.
#17 la mitad del mundo que está al oriente de occidente?
#43 Y debajo.
#2 y turquia e Israel
y en su dia España, EE.UU, Francia y Reino Unido... todos sancionados.... pero esto no va de moral sino de intereses. Te interesa que te sancionen por invadir iraq? a que no... y por otro lado quién te iba a sancionar? tu mismo?
EE.UU ni va a sancionar a Arabia Saudi ni va a permitir que se la sancione. No se va a a sacar a A saudi del sistema internacional de pagos... Arabia Saudi es un poco a EE.UU lo que Rusia es a Europa. Aqui en la UE estamos gobernados por vasallos de EEUU y EE.UU manda, esa es la diferencia. Y francamente si me obligan a elegir entre vivir en uno y en otro me quedo en Rusia sin pensarlo mucho.
#45 Rusia en vez de EEUU o Europa?
Joder, en manos de quién estamos...
Es importante llevarse bien con Arabia Saudí para no tragar el sapo de tener que llevarse mal con dictaduras que no respetan los derechos humanos como Venezuela
#19 >> Vamos, que tu muevas tu coche es culpa de Putin
Putin tiene la culpa de todo lo que nos pasa. Si tienes disfunción eréctil la culpa es de Putin. Que lo sepas.
#42
Barrilillos a la mar hombre.
Recordemos que Arabia era un paria hasta que Putin invadió Ucrania.
#15 Anda!!! La culpa de que Biden se arrastre como un gusano a ver al sátrapa este es de Putin!!! Un poco retorcido, pero bueno, podría colar
#18 Putin es tan malo tan malo, que convierte a buenos a los malos de antes, OJO!
#37 Ahí tienes a Venezuela.
#47 Leche!! ahora Guaidó es malo? no me aclaro yo con todo esto de la geopolítica, deberían de hacer un periódico con las novedades diarias sobre quién es malo o bueno en cada momento.
#49 Hombre, pues anda que no lleva tiempo Venezuela siendo de los buenos porque petróleo
#15 Paria? Dónde has estado los últimos 100 años?
¿Y esto? Se parece a la web en la que encuentras el móvil que quieres comprar por solo cien euros gracias a una superoferta que caduca dentro de siete minutos.
Sobre lo que pone en sí la noticia, no diré que sea falso aunque es raro. Hace dos días Arabia Saudí acercaba posturas con Israel permitiendo el paso de los barcos. ¿Ya no son amiguis?
Biden anuncia acuerdo con Arabia Saudí sobre dos estratégicas islas del Mar Rojo
Biden anuncia acuerdo con Arabia Saudí sobre dos e...
swissinfo.ch#8 no parece muy amigo. Vaya repaso
#0
Relacionada:
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swissinfo.chMe encanta el virtue signalling de este tipo de artículos y comentarios adjuntos. La gente está muy tranquila desde sus sofás emitiendo pureza ideológica sin preocuparse de saber de dónde viene su seguridad personal o tener que mantenerla. La realidad es que Occidente no es invencible, para no acabar en ruinas tiene que elegir cuando ejercer sus principios y cuando no.
#26 ¿Qué principios?
#44 igualdad, caridad, derechos humanos, democracia, bienestar social, etc etc etc
#63 Creía que los principios eran civilizar a los bárbaros. Me habré confundido.
EEUU es una vergüenza y lo que viene después de Biden es incluso peor.
@tensk
Hay una responsabilidad en la especie Humana, si queremos sobrevivir paises como EUA y Alemania etc tienen la responsabilidad de ser, de nuevo , los faros del mundo y proveer tecnologias nuevas y desconocidas hoy. de la independencia de los combustibles fosiles, que son obviamente por los Putin, Sadam Husein, reyezuelos que salen al paso ... un camino inviable, un CALLEJON SIN SALIDA es depender de segundo mundo para, ya es obvio, mas que sucio combustible que nos proporcionan, o podemos prescindir de las gentuzas del Segundo Mundo u Occidente dejara de existir
Son tiempos interesantes, emocionantes, haber quien gana
#12 me espero a ver
#13 A ver, porque puede haber de todo.
#12 « y proveer tecnologias nuevas y desconocidas hoy »
Claro, claro, tecnología frente al agotamiento de recursos energéticos.
#12 ¿ Pues quien va a ganar si Europa esta secuestrada por un capitalismo enfermo y lo que viene detrás empujando es el cristofascismo más radical de los últimos años?
#12 Vamos, que tu muevas tu coche es culpa de Putin.
#_8 Israel y Arabia Saudi siempre han compartido intereses.
El tema con EE.UU no parece ser un problema tanto con EE.UU como con su actual ejecutiva, pero eso puede cambiar... entre tanto lo que manda siempre es la pasta y los problemas secundarios ahi quedan.
El Putin arabe.
El problema es que si sancionan a Arabia se acabo el mundo al no poder cubrir el petroleo de ninguna forma posible... así que no no lo van hacer.
¿Qué web es espanol.news? En su web no aparece ningún contacto, ninguna referencia...
Desde el momento que alguien tiene que sacar a Chamberlain o Hitler para desarrollar su artículo... sospechoso cuando menos.
Yo no sé que tienen los saudíes que todos los presidentes de EEUU de las primeras cosas que tienen agendadas siempre es ir a rendir pleitesía y a lamer el ojete al rey saudí de turno, es que da igual republicano que demócrata, todos pasan por el aro. Que ni si quiera es que venga el rey saudí a EEUU y lo reciban, no, no, es mucho peor, es que van ellos a Arabia a arrodillarse. Cuando dicen que el presidente de EEUU es el hombre más poderoso del mundo la verdad es que cosas como ésta me hacen dudarlo mucho.
Donde va USA es para liarla.
Exacto, somos unos hipócritas al sancionar sólo a quién EEUU nos manda. ¿en qué quedamos, sancionamos a los malos o sólo a unos determinados malos?
No entiendo frases como:
"El Sr. Biden y el Primer Ministro de Israel, Yair Lapid, prometieron nuevamente que a Irán no se le permitirá adquirir armas nucleares"
¿Pero quiénes se creen los americanos para poder decidir qué país puede o puede desarrollar armas nucleares como ellos?
Si país que les interesa... país en el que participan en golpes de estado!!!:
https://usa.detailzero.com/news/22147/An-investigation-revealed-that-the-US-participated-in-350-coups.html
Bueno. A ver... El yayo habrá recapacitado y habrá pensado que oye... Que USA tambien tiene sus asesinatos chungo.
No hablamos de asesinatos en la calle de policías, o civiles... De esos mandados a hacer. O infiltrados....
So... GIVE ME FIVE ,PAL!
Coleguillas. Ya sabes.
Las 24 horas del presidente en Jeddah estuvieron dominadas por fotos de su choque de puños con el líder de facto de un reino que Biden había calificado de paria. Las cosas fueron cuesta abajo desde allí. El Sr. Biden insistió en que, frente a todas las delegaciones de Estados Unidos y Arabia Saudita, había etiquetado al príncipe heredero como el asesino de Jamal Khashoggi. El ministro de Estado saudita, Adel al-Jubeir, se apresuró a decir que no recordaba haber escuchado eso. Cuando se le preguntó al Sr. Biden si el ministro de Relaciones Exteriores estaba diciendo la verdad, dijo que no, lo que implica que un funcionario saudita clave era un mentiroso. Incluso el New York Times cuestionó si el relato del Sr. Biden era exacto, y señaló que tiene un historial de describir eventos que otros participantes de la reunión no recuerdan.
@tensk Te sa caído esto:
mujeres-conductoras-uber-podran-rechazar-pasajeros-masculinos/c042#c-42
Las mujeres conductoras de Uber podrán rechazar pa...
dailymail.co.uk