Hay que ser muy necio para confundir la fuga con el exilio. Y hay que estar muy fuera para creerte más listo que los demás. Y muy idiota, en el sentido clásico del término —desinteresado por lo público—, para frivolizar con la idea de suicidio. Como el novio de doña Isabel, que no deja de exhibir su idiotez a la griega. Visible en modo lector del navegador
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etiquetas: gramática , nuevo , pp , suicido , amador , exilio , fuga
Pues como dijo Antón Losada: ni lo uno ni lo otro; pague Vd. sus impuestos, como todo el mundo, que la alternativa a pagar impuestos no es la muerte.
... bueno, para esta gente que vive en otra esfera, en otra realidad, pagar impuestos es bajar en su categoría y en su escalafón social.