Lamentablemente la política se ha acabado convirtiendo en una especie de oficina de empleo, en la que al que llega se le exige sumisión, o como decía el nefasto Alfonso Guerra; “el que se mueve no sale en la foto” pudiendo perder tu puesto de trabajo si la incumples. En esas circunstancias ser independiente te convierte en un serio peligro para los Torquemada de turno, que existen por doquier cual nociva epidemia en los últimos tiempos, dominando la situación desde las atalayas del poder.
Comentarios
¿La política? A cualquier trabajo que te haga ser conocido públicamente se le puede aplicar ese principio. Hoy en día el disidente lo tiene crudo si no comulga con las ruedas de molino "políticamente correctas", viéndose acosado, vilipendiado y censurado si se atreve a contradecir o simplemente cuestionar los dogmas "oficiales".
Lo peor es la autocensura, impuesta normalmente por el miedo.
Disidente, dices ser... Es que es para ponerse a mear y no echar gota.
Vaya, los que se quejan de censura te mandan al bloqueo para no escuchar lo que no quieren oír. Disidentes