Hace 6 años | Por preziveli a yorokobu.es
Publicado hace 6 años por preziveli a yorokobu.es

En el cambio puede esperar también el negocio: la diseñadora Anna Bullus encontró el hilo y fundó Gumdrop, una empresa que recicla la saliva de la capital británica para crear otros productos. Un día supo que Londres gasta 150 millones de libras al año (más de 170 en euros) en eliminar chicles y descubrió, además, que el proceso de limpia desperdicia grandes cantidades de agua.

Comentarios

D

Si pones la respuesta a la pregunta en el titular pierde la esencia de internet